La Fundación Cooprado se suma al programa de prevención contra el acoso sexual y por razón de sexo

25/07/2019

Hablamos con Mª Ángeles Muriel González, su directora, para conocer con más detalle el papel de las mujeres en las cooperativas y en el sector agrícola y ganadero, su apuesta por la diversidad y sus motivaciones para sumarse a este programa

 

La Fundación Cooprado es la última organización que se ha incorporado a nuestro programa de prevención contra el acoso sexual y por razón de sexo. Esta colaboración se traduce en que Mujeres en Igualdad diseñará y elaborará su PROTOCOLO. 

Esta fundación nació hace ocho meses en el Casar de Cáceres para impulsar el contenido social de las cooperativas:  inclusión social, actividades educativas y formativas, promoción del voluntariado, promoción de la acción social, defensa del medioambiente, fomento de la economía social, atención y apoyo a las personas con discapacidad, desarrollo rural y territorial, promoción turística de los valores del territorio y de las actividades agropecuarias… Su germen, la cooperativa Cooprado, cuenta con unos 450 profesionales de la ganadería y 40 personas en plantilla.

Hablamos con María Ángeles Muriel González, su directora, para conocer con más detalle el papel de las mujeres en las cooperativas y en el sector agrícola y ganadero, los retos pendientes, su apuesta por la diversidad y sus motivaciones para sumarse a nuestro programa.  

 

 

  • ¿Qué necesidades detectasteis para poner en marcha una fundación de este tipo? 

El Consejo Rector de la propia cooperativa Cooprado es el que decidió hace unos meses consolidar su acción social a través de la creación de FUNDACIóN COOPRADO, como elemento aglutinador de sus actividades sociales y de innovación. Desde su creación, la fundación ha recogido el testigo de varios proyectos de innovación iniciados por Cooprado: Grupos OperativosGo Dehesa y Go RETA, un Erasmus+ sobre la introducción de un módulo formativo de prevención de incendios a través del pastoreo en nuestra Escuela de Pastores, así como otros proyectos de calado social como la Granja de Cooprado, nuestra Multiactividad o la Ruta Solidaria.

 

  • ¿Cuántas personas conforman el patronato?

Cuatro: presidente, vicepresidenta, vocal y secretaria-directora. Dos son mujeres. 

 

  • El sector de las cooperativas está logrando cambiar la vida de muchas mujeres en España y en otros muchos países. Además, a diferencia de otro tipo de organizaciones, el 54% están en puestos de dirección y mando en las cooperativas de trabajo, según un estudio de Coceta. ¿Reflejan estas cifras la situación en Cooprado?

No eventualmente. Se están iniciando actividades que hagan salir a la luz el trabajo de las mujeres ganaderas, si bien en estos momentos solo una mujer ocupa una plaza en el Consejo Rector de la Cooperativa. A nivel laboral, aumenta la estadística: tres mujeres ocupan puestos de responsabilidad en la empresa: Jefa de Administración y RRHH, Directora de fabricación de Piensos y Directora de Fundación Cooprado.

 

  • Solo el 30% de las mujeres están al frente de una explotación agrícola o ganadera a pesar de que ellas comparten con los hombres las tareas del campo en el ámbito familiar. ¿Qué tipo de explotaciones desarrollan o cuáles son sus principales focos de trabajo?

El trabajo de las mujeres principalmente se relacionaba con el apoyo a las tareas en finca, si bien en la actualidad existen cada vez más mujeres que tienen la titularidad de las explotaciones, bien sean agrícolas o ganaderas, asumiendo todas las tareas necesarias para un correcto desarrollo de la actividad.

 

  • ¿Qué tipo de medidas creéis que harían falta para impulsar la paridad y la igualdad real también en las cooperativas agrarias y ganaderas?

Entendemos que sensibilizar sobre la importancia de que se reconozca la labor que durante años han venido realizando y fomentar un relevo generacional en igualdad de oportunidades es vital para impulsar la paridad. Para ello es necesario que se asuma el cambio de roles en una sociedad, principalmente rural, en la que la falta de empoderamiento femenino es muy relevante.

  • ¿Se están incorporando más mujeres jóvenes a estos sectores?

Hemos detectado un aumento de las mujeres que se incorporan activamente al campo, a través de la Escuela de Pastores, y aunque este año esto se ha resentido, en la segunda edición de la escuela se incorporaron un total de cuatro mujeres de un total de 12 participantes. Entendemos que este aumento irá en paralelo a observar una mayor visibilización de las mujeres en estructuras de decisión, bien sea a nivel local o regional. 

Por otro lado, en el ciclo formativo de incorporación a la empresa agraria solo hemos tenido una mujer en esta anualidad, aunque en otras actividades de formación y capacitación que hemos desarrollado al hilo de otros proyectos, sí ha habido una mayor representación femenina, siendo incluso cercana a la paridad si contamos con el personal técnico, donde detectamos una situación en la que sí existe cierta equidad entre los profesionales masculinos y femeninos.

 

  • Entre las actividades fundacionales de Cooprado, la número 14 señala: “Apoyo a las acciones de defensa de la mujer y de lucha contra la violencia de género”. ¿Qué tipo de acciones pensáis poner en marcha?

Desde la Cooperativa Cooprado y ahora también desde Fundación Cooprado colaboramos activamente con la comunidad Educativa del Casar de Cáceres: Centro de Educación Infantil, Colegio Público e IESO en la organización del Calendario Violeta. Se trata de una iniciativa que pretende avanzar en la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres y en la eliminación de la violencia de género en el municipio, partiendo del ámbito educativo y con la implicación de toda la comunidad local.

El Calendario Violeta es una herramienta educativa sencilla y clara, con actividades mensuales relacionadas con la igualdad de oportunidades, la solidaridad, la diversidad, la justicia y la no violencia, de aplicación fácil para las familias, los centros educativos y la comunidad educativa de la localidad.

A futuro, en este mismo sentido, tenemos pensado poner en marcha otras actividades en las que la educación en igualdad venga de la mano de la revalorización de las producciones locales, como es la puesta en marcha de unos huertos ecológicos en los centros educativos públicos existentes, que hemos llamado “semillas para la igualdad”. 

 

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