La actriz contratada por la MGM, Hedy Lamarr, fue inicialmente conocida por su belleza y papeles junto a actores legendarios como Clark Gable. Ella se aburrió de la escena de Hollywood y dedicó su tiempo a realizar experimentos científicos. En un esfuerzo por ayudar a los aliados durante la Segunda Guerra Mundial, Hedy y un amigo de la Marina de los EE.UU. patentaron un “espectro ensanchado de radio”, diseñado para guiar torpedos con precisión. Dicho experimento fue considerado como el precursos de la tecnología inalámbrica de hoy en día.
Tal vez ella no fue un científico de profesión, pero Henrietta Lacks se convirtió en una de las personas más influyentes en la historia de la medicina moderna. Mientras que ella estaba siendo operada de cáncer cervico uterino a los 30 años de edad en 1951, un médico tomó un pedazo de tumor de Henrietta sin su permiso, y esas células se convirtieron en material crucial para el desarrollo de las vacuna contra el polio. Ella nunca fue formalmente reconocida por dicha contribución indirecta a la ciencia, pero las células de Henrietta Lacks se utilizan aun en la investigación para el mapeo de genes de clonación así como de la fertilización in vitro.
Grace Hopper no solo fue parte del equipo de voluntarios de la Marina de los Estados Unidos dedicados a servir durante la Segunda Guerra Mundial, sino que también fue una científica especializada en matemáticas con un grado de contraalmirante, considerada una pionera en el mundo de la informática. Ella fue la primer programadora que utilizó Mark I y entre las décadas de los 50 y 60, propició la aplicación de los compiladores para el desarrollo de los lenguajes de programación y métodos de validación.
Sin duda mujeres asombrosas haciendo cosas asombrosas.