La violencia de género no cesa. Las estadísticas reflejan que en la provincia no se producen incrementos significativos de ataques a mujeres por parte de sus esposos o compañeros, pero tampoco hay descensos que puedan abrir puertas al optimismo.
Lo que sí se aprecia es una tendencia que, para muchos, no deja de ser curiosa: un aumento significativo de malos tratos y violencia en los meses de verano. Al parecer, el juzgado de violencia abrió más diligencias en julio y en agosto que en otros meses del año.
Algunos expertos que fueron consultados sobre este particular dijeron que esta tendencia se apreciaba periódicamente en épocas de vacaciones. El hecho de que los dos miembros de la pareja, especialmente los que trabajan, coincidan más en casa hace que los enfrentamientos sean mucho más frecuentes y que al varón, por lo general, acabe levantando la mano.
Pero no solo se detectan más casos de malos tratos sino que incluso hay más tramitaciones de divorcios o se producen más rupturas. La convivencia continuada, incluso estando de vacaciones, resulta más difícil para muchas parejas.
«En materia de violencia de género, queda todavía mucho camino que recorrer. Quizás habría que profundizar mucho más en el terreno educativo e incluso a nivel de medios de comunicación visual donde la violencia está presente cada dos por tres», dijo un experto.