La falta de tratamientos dificulta la reinserción de los maltratadores

ELDIA.ES-06/08/2009-(AGENCIAS-BARCELONA)

El psicólogo y criminólogo Ismael Loinaz trabaja desde hace un año con más de 50 reclusos para intentar clasificar a estos agresores. Un 38% de los internos presentaba trastornos de la personalidad, un 18% tenía antecedentes psiquiátricos y un 54% tenía problemas relacionados con el consumo de alcohol y drogas.  

La falta de un tratamiento específico para los maltratadores que están en prisión, adecuado a la gravedad y tipología de su agresión, aumenta las posibilidades de que reincidan una vez cumplan su pena, según aseguró el psicólogo y criminólogo Ismael Loinaz, autor de un estudio sobre esta materia.

Loinaz trabaja desde hace más de un año con una cincuentena de reclusos del centro penitenciario Brians II (Barcelona) para clasificar a este tipo de agresores, que forman "un colectivo muy heterogéneo", en subtipos diferenciables según su personalidad, la violencia utilizada o el nivel de contención de ira, para poder así diseñar tratamientos específicos.

El investigador explicó a Efe que mientras se ha trabajado ampliamente en el tratamiento de los agresores sexuales, por la alarma social que generan, no ocurre igual con los agresores de pareja, a pesar de todos los cambios legislativos realizados, con una modificación penal incluida, que ha conllevado un aumento del número de hombres que ingresan en prisión por estas causas.

"Se ha producido un boom de encarcelamientos, pero no se ha avanzado en recursos. En otros países llevan más de treinta años investigando la clasificación de los agresores de pareja para darles un tratamiento adecuado", indicó Loinaz, que prepara su tesis doctoral con el catedrático de Psicología Clínica Enrique Echeburúa, director del principal grupo de investigación sobre este campo.

Loinaz recuerda que, aunque en España no existen datos oficiales, según un estudio realizado en EEUU, un 32% de los sujetos tratados vuelve a maltratar dentro del primer año, y hasta el 60% lo hace en la década siguiente. Además, otras investigaciones apuntan que las terapias que se aplican son inapropiadas para muchos de ellos, como demuestra el alto grado de reincidencia.

De los reclusos que han participado voluntariamente en el estudio, con una edad media de 39 años -algunos de ellos con penas leves, aunque también hay homicidas-, un 38% presentaba prevalencia de trastornos de la personalidad, un 18% tenía antecedentes psiquiátricos y un 54% presentaba problemas relacionados con el consumo de alcohol o drogas.

Dos tipos de agresores

Por medio de entrevistas, Loinaz logró diferenciar dos tipos de agresores. Por un lado, están los sujetos "normalizados", que llevan una vida normal, no suelen tener trastornos psicológicos, y con una menor prevalencia de consumo de drogas o alcohol.

Suelen tener un perfil hipercontrolado: "les cuesta estallar, lo que pasa con ellos es que se van enfadando, acumulando la tensión hasta que explotan de forma desmesurada", detalló el psicólogo especialista en maltratadores.

"Es aquel que cuando sus vecinos se enteran de que es un agresor afirman sorprendidos: pero si parecía normal", añadió Loinaz. Para los agresores de bajo riesgo, las terapias deben centrarse en el control de la ira y la distorsión del uso de la violencia.

El otro grupo definido sería el violento antisocial, que actúa no sólo en el ámbito familiar, sino también con personas desconocidas, que suele tener antecedentes penales, "con mayor nivel de distorsiones cognitivas y más parecido al cliché del maltratador machista".

Las terapias pueden ir desde las cognitivo-conductuales, dirigidas a controlar "pensamientos descontrolados" que les llevan a actuar de forma violenta, a otras en las que se trabaja el machismo de estos individuos, con distintas técnicas y tomando como ejemplos casos de su propia familia.

Psicopatías

El investigador tiene previsto este año continuar su trabajo -financiado por el Centro de Estudios Jurídicos y de Información especializada- con un centenar de reclusos con los que analizará otras variables, como las psicopatías, para estudiar las necesidades que puede tener cada agresor.

"Ahora, un maltratador recibe el mismo tratamiento por una agresión muy grave que por saltarse una orden de alejamiento por una amenaza, aunque sea con el consentimiento de la pareja", indicó Loinaz, que advirtió de que "se les mete a todos en el mismo saco, en un traje de talla única".

Para el criminólogo, esta situación es fruto de la falta de recursos y de la escasez de especialistas, y pone como ejemplo el caso de Brians II, "donde tienen en un módulo 130 sujetos para dos psicólogos", una situación que es como si metiésemos a enfermos en los psiquiátricos y no se les diese tratamiento".

Por otro lado, el delegado del Gobierno contra la Violencia de Género, Miguel Lorente, explicó ayer que los asesinos de mujeres que se suicidan después de cometer el crimen son los que están más integrados socialmente, mientras que quienes se entregan muestran un grado menor de integración en la sociedad.

Según apuntó, los que se suicidan, que generalmente tienen una edad más avanzada que quienes se entregan, deciden quitarse la vida porque son conscientes de que "no van a tener un apoyo o una acogida más o menos minimizadora" de su conducta criminal "y no quieren enfrentarse a esa nueva realidad", es decir, que "saben que matar está mal y no quieren afrontarlo".

"Son personas que no quieren enfrentarse a las consecuencias del homicidio y se suicidan en un puro acto de racionalidad", añadió el delegado del Gobierno, para recordar que en los 33 asesinatos de género perpetrados en lo que va de año, el 40 por ciento de los criminales intentó suicidarse y un 18,2% (siete hombres) lo consiguió, el último, un septuagenario esta semana en la localidad malagueña de Tolox, que se mató tras degollar a su esposa.

Por contra, los criminales que tras el homicidio se entregan o facilitan su captura (ya sea alertando a terceras personas o llamando a emergencias) son los que responden a un perfil más "solitario" y "conflictivo".

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