En un informe aprobado por el Parlamento Europeo, los eurodiputados consideran la posibilidad de introducir cuotas en 2012 para elevar la representación femenina en los órganos de dirección de las empresas hasta un 30% para 2015 y un 40% para 2020 si las medidas voluntarias no bastan. Han pedido a la Comisión Europea que estudie esta posibilidad.
La vicepresidenta del Parlamento Europeo y ponente del informe, la eurodiputada Rodi Kratsa- Tsagaropoulou ha subrayado que se debe reforzar el papel en los consejos de administración de las empresas ya que no se trata solamente de una cuestión de ética e igualdad, sino también resulta esencial para el crecimiento económico y la competitividad en el mercado interior. Con esta votación, el Parlamento ha aprobado en pleno las propuestas presentadas por la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Géner a finales de mayo.
Los eurodiputados han mostrado su satisfacción durante el debate celebrado antes del voto por las iniciativas de Estados miembros como Francia, los Países Bajos y España, ya que han fijado un porcentaje mínimo de representación de las mujeres en los órganos de dirección que debe ser respetado por las empresas. Por otra parte, ponen como ejemplo Noruega, que en 2003 estableció por ley una representación del 40% de personas de cada sexo en los consejos de administración. Otro ejemplo de fomento de la paridad es el “código de gobernanza” empresarial de Finlandia, que obliga a las compañías a dar explicaciones en caso de que no haya representantes de ambos sexos en los órganos decisorios.
Asimismo, el Parlamento insiste en la formación como primera medida paradesarrollar las capacidades individuales de las mujeres en la empresay así prepararlas de manera eficaz para el ejercicio de funciones de dirección mediante formaciones específicas y continuas, junto con otras medidas de acompañamiento profesional, como programas especiales de tutoría y creación de redes. Por otro lado, los eurodiputados subrayan la necesidad de medidas de apoyo para conciliar la vida familiar y la vida profesional, tanto para mujeres como para hombres.
En el informe también se pide un impulso para la introducción de medidas específicas que permitan una provisión suficiente de servicios de calidad y a precios asequibles, por ejemplo, para el cuidado de menores, ancianos y otras personas dependientes, incentivos fiscales para las empresas y otras compensaciones para ayudar a las mujeres y a los hombres que trabajan en las empresas a conciliar la vida familiar y la vida profesional. Los eurodiputados insiten en la necesidad de lanzar campañas de información específicas en la lucha contra la discriminación de género, tanto por parte de la Comisión como por parte de los Estados miembros. Además también consideran que la Comisión es la encargada de diseñar y presentar un plan estratégico con objetivos específicos como son evitar la diferencia salarial existente entre hombre y mujeres.
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