LAPROVINCIA.ES-19/11/2009-LOURDES S. VILLACASTÍN
Antonio García.
- ¿Qué falta para llegar a una sociedad igualitaria en materia de sexo?
Estamos avanzando bastante. Si miramos a 25 años atrás, España ha cambiado muchísimo. Pero nos falta aún mucho por construir. Hay que tener en cuenta que nos enfrentamos a una cultura milenaria, que es el machismo, que ha tenido miles de generaciones para optimizarse. El cambio al que aspiramos es muy importante. Social, y también de cambio personal. No hay, sin embargo, que desesperar. Estamos alcanzando muchas cosas, pero aún quedan otras.
- ¿La familia y la escuela son los ámbitos esenciales para aprender conductas de igualdad?
La familia es un elemento clave. Un chaval que observa que su padre no se implica, que tiene una actitud machista, aprende lo que ve y no lo que se le dice oficialmente. Pero no es el único. Están la escuela y los medios de comunicación, están las películas, las canciones, los grupos de iguales. Muchos elementos que influyen en un quinceañero para reforzar en él el machismo.
- ¿Están los hombres preparados para perder ese papel hegemónico?
Los hombres están bastante desubicados. El cambio que han promovido las mujeres ha provocado bastante inseguridad entre ellos. Entre otras cosas, porque no han sido cambios producidos por ellos. No saben cómo responder a lo qué ocurre. Por eso es tan importante que se les ayude. La experiencia nos dice que cuando se elabora un buen mensaje, los hombres responden bien. Lo que ocurre es que esto no está generalizado y a la mayoría de los hombres no les llega el mensaje.
- ¿Cuando habla de desubicación se refiere a que se han acomplejado?
Sí. No saben cómo se relaciona un hombre en igualdad. En las grandes frases está bien pero en la vida personal, social y laboral no saben cómo. Sobre todo hay que quitarles el miedo ante el cambio y libertad que han experimentado las mujeres. El mensaje es que es mentira que con la igualdad, las mujeres ganen y los hombres pierdan. Los hombres ganamos mucho con la igualdad. Superar el corsé de la esclavitud que significa el machismo y sus mandatos es un nuevo espacio de desarrollo personal y de libertad enorme, que mejora a la persona y las relaciones que tiene con todo su entorno.
- ¿Hasta qué punto las mujeres contribuyen al mantenimiento del machismo?
Las mujeres también son producto de esta sociedad machista. No se libran de ella. No todas las mujeres han cambiado al mismo ritmo. No hay que perder la perspectiva histórica de que todavía estamos a mitad de camino. Algunas cosas están claras, y se trasladan a la vida cotidiana, y otras cuestan más trabajo.
La familia, la escuela, los medios, entre otros, son espacios clave para aprender conductas de igualdad
El problema de la desigualdad no es sólo un problema de la mujer sino de toda la sociedad