El Ministerio de Cultura a debate

CNMI-14/04/2009

La Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad, como ya ha comentado otras veces por este mismo medio, no cree necesaria la obtención de subvenciones para la creación de películas, ya que es un trabajo que recauda un beneficio económico a posteriori, por lo que creemos más lógico que reciban préstamos del Estado sin coste alguno, ya que es cultura nacional, pero que sean devueltos con los beneficios de taquilla.

Hace unos meses ya publicamos noticias que testimoniaban como algunas producciones españolas perciben cuantías superiores en subvenciones que las recaudadas en taquilla, a lo que ahora añadimos el error cometido por el Gobierno con el nombramiento de la nueva Ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, hasta hace una semana Presidenta de la Academia de las Artes y Ciencias Cinemtaográficas, quien, además de haber percibido a lo largo de su carrera 10 millones de euros en subvenciones, hoy firma una subvención en la que, supuestamente, resultan beneficiados su padre, hermano y pareja sentimental, todos relaciones con el mundo del cine.

Creemos que su interés personal, familiar, y profesional con el cine la incompatibiliza para ser Ministra de Cultura, añadiendo el hecho de que la cultura engloban muchas más artes, como son la Literatura, la Pintura, la Escultura, la Danza, y demás, artes que se puden sentir menospreciadas por este Gobierno, además que desconocemos la cualificación profesional de esta persona para poder representar el cargo de Ministra.

Invitamos al Gobierno a que recapacite por el nombramiento de esta Ministra, no por el hecho de ser mujer, ya que somos una ONG que defiende a la mujer, si no por sus interes creados, su cualificación, su relación consanguínea y sentimental con perceptores de ayudas económicas, etc, además que invitamos al Gobierno a plantearse si es necesario en una España con crisis, con 4 millones de parados, millones de personas viviendo en la absoluta pobreza sin ningún salario en la familia, personas dependientes desatendidas, miles de personas viviendo de la beneficiencia y de comedores públicos, y demás circunstancias personales, el entregar subvenciones desorbitadas para crear producciones cinematográficas, producciones que no se podrán ver en los cines ya que los ciudadanos no tenemos ingresos económicos suficientes para dedicarlos al ocio.