LA VOZ DE ALMERIA-14/11/2009
Rebeca Gómez, Concejala y Diputada del PP (Almería).
Desde que llegué a Barcelona anduve buscando con la mirada a María Jesús. Nos encontraríamos en el Palacio de Congresos, y para entonces yo ya habría imaginado su sonrisa, su mirada serena, su emoción, su fuerza.
Nos conocimos en la Universidad. Llegaba cada mañana con su hermana Luz, también estudiante de Empresariales. Recuerdo a las hermanas Mata Carretero despedirse con complicidad al entrar en el aulario. Por aquel tiempo, María Jesús se desplazaba con mayor dificultad.
Tras mucho y continuado ejercicio y varias operaciones en Barcelona y Estados Unidos, el esfuerzo por mejorar su movilidad y destreza vio su recompensa.
María Jesús es testimonio de una consistente y sólida familia. En ella han estado siempre presentes la admiración y el amor de sus padres y de su hermana. Lo he visto en la especial sutileza del compromiso hacia ella: ha sido educada en igualdad, sin ningún trato preferente, sin sobreprotección ni una especial tutela en razón a su discapacidad, que la hacía más vulnerable a los obstáculos físicos que su fuerte espíritu de superación le imponían. Muy al contrario, se trazó desde el principio un camino de autoexigencia que la ha convertido en ejemplo de quienes la conocemos, y de su propia familia. Ellos han sido partícipes, sin duda, de su formación como persona, y constituyen el factor rimogénito del respeto y el refuerzo de la trayectoria de María Jesús.
Hoy tendré la oportunidad de escucharla relatar de nuevo su experiencia con un brillo en los ojos y una fuerza vital inusuales, y describir sus frecuentes caídas y cómo se levantaba con más fuerza y amando más la vida. Y lo haré con el entusiasmo de la primera vez que la oí. Será durante el foro de discusión "La igualdad de oportunidades de las mujeres en España", que oordina la Presidenta Nacional de Mujeres en Igualdad, Mercedes de la Merced.
Ayer compartimos la presentación de la campaña de nuestra organización NI UNA MÁS en 'youtube'. Esta campaña nace en la red como una plataforma de expresión, como un punto de encuentro de todas las personas, hombres o mujeres, que sientan el impulso y la necesidad de comunicar, denunciar, ransmitir, gritar y, desgraciadamente, también llorar ante la crueldad y el terror de la violencia machista. Y desde aquí les animo a que dejen su mensaje.
En el espacio de Mujeres en Igualdad no pude dejar de mirar un cartel hermosísimo. 'Este latido también es el tuyo', leí sobre el vientre fotografiado, abrazado por las manos que sostienen la vida. Y el cansancio de un largo día se diluyó. Era el de todos. Y deseo que también es el tuyo.