España ha obtenido un amplio respaldo en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para promover una resolución que consagre la necesidad de luchar con más instrumentos y garantías contra la violencia de género con resultado de muerte.
Un total de 61 países han respaldado la declaración presentada ante el Consejo por la embajadora española ante la ONU, Ana Menéndez, en la que se aboga por aunar los esfuerzos internacionales que permitan "luchar contra la impunidad de los crímenes con base de género".
El objetivo, según explicaron a Efe fuentes diplomáticas, es que impulsar un texto de resolución que se sometería a la aprobación del Consejo de Derechos Humanos a mediados del año que viene, y que por primera vez contemplaría el concepto del feminicidio como problema global.
España argumenta que la igualdad de género es esencial para el cumplimiento de los derechos humanos de todo el mundo y denuncia que "aún persisten marcos legales discriminatorios y prácticas contra las mujeres y las niñas".
"Muchas tradiciones legales en todo el mundo continúan institucionalizando la discriminación contra las mujeres y las niñas en relación con la nacionalidad y la ciudadanía, la salud, la educación, los derechos maritales, los derechos laborales, los derechos de maternidad, la herencia y los derechos de propiedad", según expuso la embajadora española.
Para España, la discriminación contra la mujer prevalece en todo el mundo, siendo la violencia de género la más severa a consecuencia de esa discriminación.
En este sentido, se quiere poner de relieve en un texto de consenso internacional que "los asesinatos con base de género constituyen la manifestación más grave de discriminación y violencia contra la mujer".
La propuesta persigue subrayar que los Estados tienen la obligación de promover y proteger los derechos humanos y libertades fundamentales de las mujeres y las niñas, así como "prevenir, investigar, perseguir y castigar a los culpables".
"La falta de una investigación adecuada conduce a la impunidad, que es una de las causas fundamentales de la continuidad de estos crímenes", expuso la embajadora española, que defendió "el desarrollo de indicadores internacionales para la documentación e investigación de asesinatos con base de género" para asegurar "el respeto a la garantía de no repetición".
Ya hay algunas iniciativas en este sentido como el "Modelo de Protocolo para una investigación efectiva del feminicidio", que está siendo redactado en Guatemala por un equipo de forenses, juristas e investigadores, con asistencia de ONU Mujeres y la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
Los firmantes de la declaración española se comprometen a "luchar contra la impunidad de los crímenes con base de género, especialmente los horrendos crímenes de asesinatos con base de género, y dar los pasos necesarios para conseguir este objetivo".
Estos pasos pueden consistir, entre otras cosas, en cooperación legislativa, creación de bases de datos nacionales por sexos, publicación de manuales y programas educativos en cuestiones de género y estandarización de protocolos.
Por ello, se encargará a la relatora especial de la ONU sobre violencia de género, Rashida Manjoo, elaborar un manual de buenas prácticas que sirva para elaborar directrices de orientación para los Estados.
El objetivo de España de aquí al año que viene es seguir consiguiendo respaldos, ya que países importantes como Estados Unidos, Rusia y China no han firmado la declaración.
Las citadas fuentes diplomáticas indicaron que la declaración generó el previsto rechazo de los países de Organización de la Conferencia Islámica (OCI), pero destacó que Gobiernos como los de Marruecos, Turquía y Yibuti se alinearan junto a España en esta iniciativa.
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