Durante estos meses de pandemia Mayca Sánchez Espinosa, licenciada en Psicología, especialista en intervención social y agente de igualdad, ha podido constatar cómo "todos los problemas de salud que venimos arrastrando las mujeres se han agravado".
El objetivo del conversatorio online celebrado ayer 'Es tiempo de cuidarse. La ansiedad de género' (Programa Cuidat + Salud y perspectiva de género) era identificar los malestares de género y averiguar de dónde proceden, sus causas, lo que nos ayudará a realizar una ventilación emocional y a relajarnos.
La psicóloga planteó una cuestión: ¿pagamos un alto precio en nuestra salud física y mental por el hecho de ser mujeres?
Hay un trastorno que afecta a más 350 millones de personas en el mundo y es la depresión. Se trata de la principal causa mundial de discapacidad y afecta de forma muy desigual a mujeres y a hombres. Sánchez distinguió dos tipos de ansiedades/depresiones: endógena y exógena. En principio, una depresión endógena o biológica suele tener un componente genético, se asocia a cambios biológicos en el cerebro y aparece aproximadamente en un 20% de la población. De este 20%, la mitad son mujeres y la mitad hombres.
Por el contrario las depresiones exógenas o situacionales se suelen producir como consecuencia de acontecimientos externos, como la muerte de un ser querido, una ruptura de pareja o la pérdida del trabajo. "Durante estos meses muchas personas han sufrido cuadros depresivos porque no han podido despedirse de sus familiares fallecidos por coronavirus", señaló Sánchez. En este tipo de depresión hay una gran diferenciación: entre un 20 y 30% de casos afectan a hombres frente a un 70% de mujeres. "Hay causas que no se están teniendo en cuenta y que están incidiendo en las mujeres", añadió.
¿Qué síntomas suelen encontrar? Tristeza, apatía, desmotivación, falta de concentración, pesimismo, sentimiento de culpabilidad, ansiedad, irritabilidad crónica... También se manifiestan en aspectos físicos como insomnio o exceso de sueño, falta o exceso de apetito, disfunciones sexuales, dolores y molestias diversas... Estas manifestaciones físicas son muy heterogéneas.
Hay que tener en cuenta nuestras necesidades y construir un espacio propio
La esperanza de vida de las mujeres es más alta, pero ¿cómo es nuestra calidad de vida? "Tenemos muy poco tiempo de ocio. El descanso por lo general es insuficiente. Hay muchas mujeres que no duermen del tirón en años", afirmó Mayca Sánchez. La carga de trabajo, la familia y el hogar son factores a tener en cuenta para estudiar este malestar.
Programa CUIDAT+ Salud y perspectiva de género, subvencionado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.