Artículo de opinión de Mª Carmen Martín Abellán, presidenta de Mujeres en Igualdad de Albacete
El 8 de marzo celebramos de nuevo el Día Internacional de la mujer y, como todos los años, me vuelve a surgir la misma reflexión acerca de lo mucho que se ha avanzado en esta materia y a la vez todo lo que nos falta por conseguir.
Han sido muchas las mujeres valientes que a lo largo de la historia han luchado por la igualdad. Mujeres de a pie que, con gran determinación en un momento dado, hicieron de la reivindicación por la igualdad su bandera; algunas con pequeños gestos y otras con grandes consecuencias, incluso pagando con su vida. Es por ello que la conmemoración de este día ha de convertirse en un homenaje a su lucha, A SU ENTREGA, A SU CORAJE.
Se nos ha ampliado considerablemente el abanico de posibilidades, pero seguimos contando con 24 horas al día y no renunciamos, o no nos han permitido renunciar, a casi ninguna de las que teníamos antes, por lo que vivimos luchando a contracorriente y, en ocasiones, sobreviviendo al nuevo escenario de oportunidades, cual trampa de la que no podemos zafarnos.
Muchos son los logros conseguidos fruto de años de lucha y reivindicación. Es una realidad que las mujeres ya podemos votar, ya tenemos autonomía para regir nuestras vidas, nos hemos incorporado al mercado laboral y legalmente contamos con los mismos derechos que los hombres; pero además hay un matiz que no debemos obviar, y es que seguimos siendo madres, hijas, esposas… Hay infinidad de cuestiones del día a día que todavía no se han resuelto, o que quizás la sociedad no ha llegado a entender o muchos siguen “callando” o “acallando”.
La igualdad entre sexos debe convertirse en algo natural, que forme parte de nuestra cultura y de la convivencia diaria, algo aceptado y consensuado, fruto de una sociedad avanzada y democrática, que no suponga una lucha entre sexos, sino que fluya de las relaciones saludables entre las personas.
Se trata de una apuesta de mujeres y hombres por la igualdad para transmitir estos valores igualitarios desde edades tempranas, ya que solo así se podrá conseguir la igualdad de hecho.
El papel de las Administraciones en la lucha por la mujer es fundamental, con políticas dirigidas a la formación como paso imprescindible para conseguir la autonomía, con políticas dirigidas al empleo y a la discriminación positiva en la inserción laboral, con políticas dirigidas a la conciliación de la vida personal, familiar y profesional, con ayudas a los colectivos mayoritarios como son las mujeres madres, y teniendo siempre presente a otros minoritarios.
Desde Mujeres en Igualdad estamos apostando por la MUJER y lo seguiremos haciendo, ya que el movimiento asociativo es una herramienta fundamental de apoyo, desde la cercanía, desde el conocimiento de su realidad, desde la sensibilidad y desde el compromiso.
Un año más, celebraremos este día y, un año más, miramos al futuro con la esperanza de que la igualdad entre sexos por fin sea una realidad.
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