Esta mañana hemos asistido, en la sede del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, a la presentación del Memorándum Consolidado de AEPSAL, un documento que aglutina las conclusiones y propuestas de un centenar de profesionales de la prevención de riesgos laborales (PRL) reunidos hace un año en Madrid. Mujeres en Igualdad ha participado en la mesa “Mujer y Trabajo”.
La Asociación de Especialistas en Prevención, Seguridad y Salud organizó el encuentro, en abril de 2018, tomando como punto de partida la comunicación de la Comisión Europea denominada “Trabajo más seguro y saludable para todos - Modernización de la legislación y las políticas de la UE de salud y seguridad en el trabajo”, del año 2017.
Los temas seleccionados por su trascendencia para el presente y futuro de la seguridad y salud en ámbito laboral son: el envejecimiento en el trabajo y sus herramientas de adaptación, los cambios necesarios para comprender y prevenir mejor los riesgos que afectan a las mujeres, las dificultades para gestión de la SST en las pymes y cómo ayudar a un mejor cumplimiento de sus obligaciones preventivas, la formación como herramienta de cambio y, por último, el crucial papel de la vigilancia de la salud y la Medicina del Trabajo en la labor preventiva.
La Comisión Europea señala que los “cánceres profesionales matan a 10 personas que residen en la UE cada hora” y que “1€ invertido en PRL genera al menos 2€ ingresados”. “¿Qué está ocurriendo?, ¿qué hacemos mal?, ¿qué podemos mejorar?”, plantea Ismael Sánchez-Herrera Bautista-Cámara, presidente de AEPSAL.
Joaquín Nieto Sáinz, director de la oficina en España de la OIT, ha desglosado hoy las megatendencias que marcarán el trabajo este siglo:
Urge actuar. El 60% del trabajo en el mundo, ha denunciado, es informal. Es decir, las personas no tienen contrato de trabajo ni seguro. Nieto también ha analizado nuevas tendencias como la economía de plataformas. A su juicio, nos tendremos que enfrentar a más desafíos pero también habrá más oportunidades.
A juicio de Javier Pinilla, Director del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, el verdadero reto será apostar por políticas preventivas en el entorno laboral. Por ejemplo, respecto al cáncer laboral, se detecta poco y se visibiliza aún menos. En el caso de las pymes, la tarea es todavía más compleja.
El instituto cuenta con una herramienta: Prevención 10, para llevar la prevención a la actividad cotidiana de las empresas y ayudar sobre todo a las pequeñas y medianas.
A continuación se han presentado las propuestas de cada una de las cinco mesas de trabajo. Mujeres en Igualdad ha participado en “Mujer en el trabajo, elementos de cambio”. Fruto del encuentro se ha redactado un documento que reúne las aportaciones de diez expertas moderadas por Ana Serrano, coordinadora de Prevención de Riesgos Laborales en Aragonesa de Servicios Telemáticos y miembro de la Junta directiva de AESPSAL; y Susana Romero, vocal de la Junta directiva AEPSAL.
Ponentes:
El objetivo que se marcaron fue analizar los aspectos que confluyen en las mujeres en cuanto a la aplicación de la Prevención de Riesgos Laborales. En la introducción del documento final se señala que “pese a la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral desde los años 80, el mercado laboral no ha sido capaz de absorber, interiorizar y asumir las características que cuentan las DIFERENCIAS ANATÓMICAS, FISIOLOGÍA, PSICOLOGÍA y la FUNCIÓN REPRODUCTIVA en relación a la gestión de la prevención y a las condiciones laborales y que suponen una discriminación, directa o indirecta por razón de sexo a la mujer”.
Las propuestas que evaluaron y sobre las que se han presentado numerosas propuestas son:
1. Embarazo y Lactancia.
2. Conciliación laboral / familiar / personal. Impacto psicosocial.
3. Evaluación de riesgos psicosociales.
4. Impacto de los riesgos químicos durante la vida laboral.
5. Precariedad laboral, temporalidad y brecha salarial.
6. Educación y Formación.
7. Las nuevas tecnologías al servicio de la Salud.
Estas son algunas de las medidas planteadas:
Sistemas que garanticen al 100% la protección de la mujer en el proceso de reproducción.
Proporcionar mayores facilidades e información a la trabajadora embarazada sobre los trámites relacionados con su situación de embarazo y lactancia (Incapacidad laboral por embarazo de riesgo, baja por riesgo para la mujer embarazada, riesgo durante la lactancia natural, baja maternidad/paternidad). Facilitar la comunicación.
Formular políticas adecuadas que permitan equilibrar mejor las responsabilidades laborales y familiares.
En términos legales existe un vacío jurídico relacionado con la comunicación del embarazo por parte de la trabajadora: Derecho enfrentado “derecho a la intimidad”, “derecho a la protección y prevención”. Abogar por conciliar ambos derechos.
Promoción y mejora de las medidas para la reincorporación de la trabajadora a su puesto de trabajo tras la baja de maternidad.
Promover baja médica semana 34 (mujeres llegan agotadas al parto) y una lactancia real con incorporación al trabajo a partir del 6 mes.
Mejorar la flexibilidad en el trabajo, potenciando la productividad y no el presentismo.
Desarrollar y en su caso ampliar el permiso por cuidado de hijo o hija menor afectado por cáncer o enfermedad grave.
Necesidad de facilitar el acceso en materia de conciliación de la vida laboral y familiar, pero no solo a las mujeres, sino potenciar su acceso a los hombres, para de esta manera, se evitan y minoren las situaciones de doble presencia.
Promover ayudas sociales demográficas. Se debería invertir en el retorno de las mismas, seguimiento de resultados promoviendo y difundiendo los resultados y buenas prácticas.
Potenciar estudios y dar visibilidad a datos para denunciar:
- Análisis de consecuencias de bajas maternales para mujeres con cargos de responsabilidad.
- Análisis de actuales permisos que provocan el abandono de la situación de empleabilidad para mujeres y el NO acceso a promoción.
Ampliar las evaluaciones de riesgos e incorporar nuevos factores de riesgo y/o ítems que tengan en cuenta: