¿Compartimos noticias sin verificar la fuente? Accem lanza una campaña para neutralizar el odio en el ciberespacio

Charlamos con la asociación Accem, especializada en refugio y migraciones desde los años 90, para conocer con más detalle sus programas

 

Están a nuestro lado: en el trabajo, en el transporte público, en la calle y puede que, incluso, seamos una de estas personas pero no lo sepamos. No tienen características físicas que los distingan, pueden ser de cualquier sexo, edad, origen o profesión. Son los haters, hombres y mujeres que propagan mensajes de odio en las redes sociales, en foros y en las aplicaciones de mensajería instantánea; "personas que deciden quebrar la convivencia compartiendo y generando estos mensajes".

Desde la organización de ámbito estatal Accem se han propuesto combatir esta situación con una novedosa campaña de sensibilización, Save a Hater, una iniciativa "para intentar salvar" a todas esas personas y liberarlas de prejuicios.  

De esta y de otras interesantes campañas que pondrán en marcha en 2019 hemos charlado con María Tejada Gámez, responsable del Área de Campañas y Comunicación de la ONG; y Alberto García Cerviño (Campañas y Comunicación). Son los protagonistas de nuestro primer encuentro del año en Doy la cara contra la discriminación (Programa #SinOdio). Comenzamos.

La asociación, especializada en refugio y migraciones, nace en los años 90 y trabaja por la inclusión y la igualdad de oportunidades de todas las personas, con independencia de su origen, sexo, raza, religión, opiniones o grupo social. Atiende a todo tipo de colectivos que están en situación o riesgo de exclusión: minorías étnicas, personas víctimas de Trata, personas sin hogar… "Al final acabamos abarcando todos los grupos que se encuentran en una situación de exclusión, desde menores no acompañados, tanto extranjeros como españoles, a personas mayores", señala María Tejada, quien destaca cómo se aplica la perspectiva de género a todos sus programas.

"Las situaciones a las que se enfrentan las mujeres son todavía más complicadas. Las personas refugiadas deben afrontar grandes retos para integrarse en la sociedad, pero en el caso de las mujeres refugiadas aún más", destaca Tejada. Hablamos de mujeres inmigrantes, mujeres mayores que enfrentan un problema mayor de soledad, víctimas de trata, mujeres sin techo, mujeres que viven una realidad invisibilizada que se mezcla en muchas ocasiones con la explotación y con toda una serie de abusos.

El género también lo han trasladado a campañas como Save a Hater, donde intentan "visibilizar el problema que se está generando de polarización social y la vertiente misógina. Accem desarrolló en 2017 un total de 155 programas de acción social en todo el territorio nacional.

 

Original campaña para neutralizar el odio en el ciberespacio 

La campaña Save a Hater destaca por su original enfoque. “Busca llamar la atención y lo hacemos desde un punto de vista irónico. También indica: a lo mejor tú eres un hater y no lo sabes", señalan desde el área de Comunicación. Su objetivo es fomentar el pensamiento crítico y que analicemos nuestra propia conducta. ¿Hacemos aquello que criticamos en otras personas? ¿Compartimos noticias sin verificar la fuente? ¿Nos detenemos a pensar en las consecuencias que tendrán en la vida de las personas destinatarias de los mensajes? 

La campaña diferencia tres tipos de haters: 

1) Hater polarizador: el hater que no quiere saber nada de matices. Elige un bando, convierte al otro en su enemigo y se afana por conseguir su destrucción. "Vamos a mostrarle que no pasa nada por pensar diferente", destaca esta iniciativa.

2) El hater misógino: "tiene a menudo una extraña y obsesiva animadversión hacia la mujer. Fruto de ese machismo enquistado, menosprecia a las mujeres, las insulta, las ataca y las relega a un papel inferior, a un protagonismo secundario. Definitivamente, así no, querido hater…". 

3) El hater de las fake news: "si la información no se ajusta a su visión de la realidad, la modifican y punto. O mejor aún, se la inventan, para que pueda servir a sus fines. A veces con verdadera premeditación. Ay, haters, eso no está bien, nada bien".

Accem ha elaborado un manual que proporciona pautas para saber cómo actuar frente a la polarización y cómo neutralizar su mensaje a través de narrativa alternativa y contranarrativa. Y advierte: los mensajes de odio que se producen en el mundo online pueden llegar a reflejarse en el mundo offline. En ese entorno, algunos de los grupos o individuos pueden radicalizarse hacia el extremismo violento.

Las minorías son más vulnerables al ciberodio. Así lo confirman las estadísticas y denuncias por mensajes discriminatorios contra personas gitanas, inmigrantes, del colectivo LGTBI, personas con discapacidad, así como agresiones verbales por razones ideológicas. La misoginia, la xenofobia, la islamofobia y otras formas de discriminación están presentes en las redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea, "pero el linchamiento social que puede empezar en la red, traspasa las pantallas y tiene consecuencias que pueden llegar a afectar a quienes los reciben", señala la ONG

 

Misoginia en las redes sociales

Ser mujer y estar en las redes sociales implica estar más expuesta a ser juzgada. "El mismo mensaje emitido por un hombre o una mujer puede tener respuestas muy distintas según quien lo emita. Muchas respuestas y comentarios están plagadas de comentarios sexistas y humillantes, con frecuentes referencias al físico y contenido sexual", destaca la campaña. Puede llegar hasta el punto de contener ataques o amenazas contra la integridad física.

La defensa del feminismo suele ser una de las cuestiones por las que más se ataca en el espacio digital, tratando de ridiculizar sus mensajes y "contaminando cuestiones de igualdad con debates superficiales que antes o después derivan fácilmente en mensajes vejatorios y sexistas". "En esta campaña y en el estudio Brechas -impacto de las brechas digitales en la población extranjera- se ve cómo muchas mujeres se inhiben de participar en las redes sociales porque piensan “para qué voy a opinar si me van a insultar”, denuncia María Tejada.

Las mujeres, añade, a veces no quieren expresar su punto de vista o se ocultan bajo seudónimos, como ocurre en los videojuegos. "Muchas gamers hablan del acoso al que se ven sometidas, cómo tienen que demostrar, por encima de cualquier compañero masculino, que son válidas. A esto se suma que no son bienvenidas en el mundo de los videojuegos". 

Otra forma de misoginia detectada en redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea es el llamado “porno por despecho”, cuando se difunden fotos o vídeos privados e íntimos, generalmente de la expareja, con la intención de humillar y ofender.

A juicio de Tejada, lo más complicado es reconocer la responsabilidad de cada persona al reenviar un mensaje de WhatsApp, o al retuitear y compartir una noticia sin haber comprobado su veracidad. "Queremos que la sociedad espñaola sea consciente de que esto no se queda en la nube, que al final tiene consecuencias directas sobre la vida de las personas", subraya. La responsable del Área de Campañas y Comunicación reconoce que existe una línea muy fina entre la libertad de expresión y lo que es un delito de odio. "Muchas veces tú puedes estar ejerciendo la libertad de expresión, pero eso no significa que no tenga una consecuencia en la opinión pública o en la imagen que te formas de un determinado colectivo".

Las grandes plataformas como Google, Facebook, Twitter, Instagram o YouTube y algunos medios de comunicación tienen normas en relación a la publicación de contenido de odio o intimidatorio y cuentan con sistemas de denuncia para mensajes ofensivos pero, ¿qué ocurre en el caso de WhatsApp, foros y aplicaciones de mensajería privadas? No hay filtros. “En ellas es donde la gente se siente más libre y quien te envía el mensaje es alguien a quien conoces y de confianza; por lo tanto, muchas veces no lo cuestionas, sino que simplemente reenvías el mensaje. Tenemos que encontrar una forma de trabajar para poder ver cómo actuamos aquí", destaca Tejada.

Por eso la campaña fomenta la conciencia crítica; no solo busca actuar en las redes sociales sino que quiere actuar sobre las personas. Estos son sus consejos para ser una buen ciberactivista y neutralizar el odio: 

 

  • Párate a pensar. Antes de escribir un mensaje en redes sociales, piensa. ¿El contenido puede ser hiriente para una persona o colectivo? ¿El mensaje tiene contenido o expresiones violentas, machistas o denigrantes?
  • Actúa. Crea y difunde noticias positivas. Si en los muros (timeline) de tus amistades observas publicaciones dañinas que puedan afectarte a ti o a otras personas, contesta desde el respeto y con argumentos veraces que desmonten su teoría. Desmota los rumores.  
  • Responde
  • Difunde (o no). Dale la vuelta a la tortilla. Si compruebas que un mensaje que has recibido es falso, contesta a quien te lo ha enviado para que no continúe replicándolo. Si recibes ataques de ciberodio bloquea al hater, así no te podrá molestar más, aunque seguirá haciéndolo contra otras personas.
  • Denuncia. 

Historias de mujeres mayores que viven solas

La asociación, presente en 12 comunidades autónomas y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, desarrollará este 2019 dos programas enfocados a las mujeres: Mujeres Mayores y MujeresIn.

La soledad de la señora Villa es el emotivo relato ganador del concurso de relatos breves “Historias de mujeres mayores que viven solas”. En total, la asociación recibió 258 historias de mayores que viven y que se sienten solas

"Las mujeres mayores, la mayoría de nuestras abuelas o tías, no trabajaban fuera de casa, tenían menos acceso a la educación, sus pensiones son no contributivas, tienen menos redes y alternativas de ocio... Hay una serie de consecuencias que tienen que ver con una discriminación histórica de las mujeres", aclara Alberto García, gestor de la campaña. 

Las ilustraciones que acompañan a los relatos han sido cedidas de forma gratuita por una artista andaluza, Virginia Bersabé. El autora del relato ganador, La soledad de la señora Villa, es Sara María Laborda, una de las primeras mujeres catedráticas de la Universidad Politécnica de Barcelona. Este es el vídeo, donde se nos dice: ve a ver a tu madre, a tu tía, a tu vecina. Nos remueve. Es imposible no empatizar con la señora Vila. 

 

 

 

Alberto recalca cómo el hecho de vivir sola no implica el sentirse sola. "Como elección personal, hay muchas mayores que se quedan viudas y optan por esta opción pero, si cuentan con una sólida red de contactos y actividades, no se sienten solas".

Este proyecto, "de los más pequeñitos", está teniendo una gran acogida. Este año volverán a lanzar el concurso de relatos, enfocados a mujeres activas. Si en esta campaña nos mostraban las consecuencias de la soledad no deseada, en la próxima se plantearán qué podemos hacer para paliarla. Hay un hilo conductor en las campañas de Accem: qué puedes hacer tú para promover cambios y espacios de encuentro.

Según nos avanzaron en el encuentro, la actriz Kiti Mánver ya ha grabado varios relatos para radio de la segunda edición de la campaña.

 

#MujeresIn Por la integración laboral

Es una continuación de #Personasin, campaña para concienciar sobre cómo la integración laboral de personas migrantes es una oportunidad para construir una sociedad más justa, equilibrada y sostenible. Se enmarca en el programa “El empleo no tiene color”. Su lema: sin colores, sin etiquetas, sin prejuicios. 

Este año se centrarán en las mujeres para visibilizar su situación dentro del mercado laboral español. Las personas inmigrantes en general, y las mujeres en particular, experimentan un dramático descenso de estatus social respecto al que tenían en la sociedad de origen, al ocupar puestos muy por debajo de sus capacidades y cualificación profesional.

Accem busca el compromiso de empresas que apuesten por la diversidad y que se plasme en un plan de ejecución. Es el objetivo del proyecto DIVEM. ¿Sabías que solo un 11,5% de las mujeres que están actualmente trabajando son extranjeras y, de estas, un 33% lo hace en el sector servicios? Sin embargo, cuando hablamos de mujeres extranjeras con estudios universitarios o similares, un 42,7% de las mujeres que vienen de países europeos fuera de la UE, y un 28,6% de las procedentes de países latinoamericanos trabajan en puestos donde no se requiere ninguna cualificación. El Proyecto DIVEM busca concienciar y asesorar en el mundo empresarial sobre el valor estratégico de la diversidad cultural en la empresa y sobre la capacidad que tienen estas de generar un cambio social. 

 

Mujeres refugiadas. Una revisión del mito de Penélope

Al menos la mitad de las personas refugiadas, desplazadas y apátridas en el mundo son mujeres y niñas. No es mito. En el relato Penélope, asediada por los pretendientes que exigen su mano, en una situación cada vez más angustiante, no espera más y decide huir de Ítaca junto a su hijo para ponerse a salvo. Hoy, miles de penélopes se ven obligadas a huir de sus países por causas relacionadas con su género, como la mutilación genital, el matrimonio forzado, violaciones, trata, falta de acceso a la salud sexual y reproductiva, falta de acceso a estudios…

En los casos en los que la discriminación tiene tal gravedad que impide o dificulta el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres, se puede considerar como persecución y causa de asilo. Según recoge Accem: 

 

Esta campaña enlaza con Refugiados en el cine, que pretende sensibilizar a la sociedad sobre la realidad de las personas migrantes. ¿Habías pensado alguna vez que Casablanca, la gran historia de amor, es también la historia de personas que buscan refugio en la II Guerra Mundial?

Ana G. A.

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