Igualdad achaca a este fenónemo el repunte de mujeres muertas por violencia machista
Esta semana será recordada como una de las más negras para la violencia de género. Tres mujeres asesinadas en menos de 72 horas y otro posible caso ayer en Canarias: una mujer de 37 años denunciada como «desaparecida» por su marido que ya ha sido detenido por el presunto homicidio. Es el trágico colofón del peor semestre en los últimos tres años y de uno de los más oscuros desde 2003: 41 víctimas fatales —37 confirmados más cuatro en investigación— en lo que va del 2010, 14 más que en 2009.
El Gobierno quiso salvar la cara por partida doble. Primero fue el equipo de la ministra de Igualdad,Bibiana Aído, que el martes publicó el informe de las víctimas mortales de los últimos siete meses, un documento que confirmaba 36 casos y dos en investigación, pero que no podía anticipar que en 24 horas ocurrirían otros dos crímenes, en Gerona y Barcelona. El miércoles fue el turno de Miguel Lorente, delegado del Gobierno contra la Violencia de Género, que señaló: «Hay casos que pueden verse facilitados por un efecto de imitación y estamos trabajando con los medios de comunicación, el tratamiento de la información puede ser un instrumento muy eficaz para prevenir».
«Hay opiniones diversas de los expertos sobre el efecto imitación, pero nada definitivo», explica Inmaculada Montalbán, presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, aunque reconoce que falta informar sobre las sentencias: «Se cubren los primeros momentos tras el crimen y no la respuesta punitivia de los tribunales». La senadora popular Carmen Fúnez, secretaria general de «Mujeres en Igualdad», coincide: «Que sea noticia la sentencia para que una mujer pueda decirle a su agresor “mira lo que hizo él y lo que le ha caído”».
Este año, solo ocho de la treintena de mujeres asesinadas habían denunciado maltratos previos, es decir, el 21,6%, cifra lejana al 31,9% del 2006. La presidenta del Observatorio sostiene que las mujeres que se presentan a denunciar deben ser asistidas por abogados y que se tienen que mejorar los informes periciales de riesgo de peligrosidad del agresor, «algo clave para que un juez obre con rapidez».
50 recomendaciones
El año pasado, una comisión del Congreso evaluó la Ley Integral contra la Violencia de Género. De allí surgieron 50 recomendaciones elevadas a Igualdad para mejorar la ley, la más importante de ellas, reformar el artículo 20 sobre la asistencia legal a las víctimas. «Cuando una mujer va a denunciar agresiones puede optar por asistencia letrada, pero no debería depender de su voluntad, debería ser obligatoria», reclama Fúnez, que concluye: «Con un abogado desde el primer momento, una mujer se sentiría más segura a la hora de denunciar».