LARAZON.ES-27/06/2009-P.RODRÍGUEZ
Las asociaciones de mujeres alertan de que perjudica a las maltratadas
¿Es un servicio necesario? ¿Los fines son adecuados? ¿Realmente hay una parte importante de hombres que lo hayan reclamado? ¿Se podrían utilizar esos fondos para desarrollar otros aspectos de la Ley? ¿Afecta esto a los fondos destinados a proteger a las víctimas de violencia de género? Son muchas las preguntas sobre el teléfono de la igualdad que no han sido aclaradas. El secretismo del Ministerio sólo ha servido para generar más dudas entre las asociaciones de mujeres.
Este periódico contactó con el equipo de Bibiana Aído para informar de las motivaciones del servicio, pero nadie quiso hacer ninguna declaración. La que sí quiso valorarlo fue Altamira Gonzalo, de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, que desde 1987 promueve la igualdad entre mujeres y hombres. Para Gonzalo, esta inversión no tiene sentido: «Hay aspectos de la ley integral no desarrollados por la falta de presupuesto y se trata de priorizar». En su opinión, «son más urgentes los medios electromagnéticos, las unidades de valoración integral forense o el aumento de efectivos de la Policía destinados a la vigilancia y protección de las mujeres amenazadas». Gonzalo también criticó la falta de claridad en los objetivos marcados desde el Ministerio. «Son muy desiguales. Es importante formar en igualdad, conciliación y corresponsabilidad, pero las rupturas de pareja y sus consecuencias deben solucionarse en otros servicios de asesoramiento», dijo.
Por su parte, Mercedes de la Merced, presidenta de Mujeres en Igualdad, expuso que «cuando una ve lo poco que se gasta en protección en ayudas a mujeres y a hijos víctimas de la violencia de género considera que poner en marcha este servicio no es lo más oportuno. No veo a ninguna persona que vaya a maltratar a alguien y llame por teléfono antes para hacer una consulta». Asimismo, insistió en la idea de que «en tiempos de crisis los presupuestos del Ministerio de Igualdad no dan ni para mantener las casas de acogida y el poco dinero que haya debería destinarse a las víctimas de la violencia de género. El teléfono de la igualdad supone un perjuicio para ellas». Seguridad para denunciar.
Al igual que la Asociación de Mujeres Juristas, insistió en la idea de que «hay muchos aspectos sin desarrollar de la Ley Integral Contra la Violencia de Género que no costarían dinero y que sí son urgentes, como por ejemplo, el establecimiento de más servicios telemáticos de protección, políticas en favor de las víctimas en la infancia. Todo esto contribuiría a que la mujer se sienta segura a la hora de denunciar». «Entendemos que se debe hacer un esfuerzo en Educación desde la infancia e intentar rehabilitar a los maltratadores», concluyó.