UNA CUESTIÓN DE ESTADO
La Vicepresidenta del Gobierno ha remarcado que para este Ejecutivo la violencia de género "sí es una cuestión de Estado" y "una prioridad social" porque cuando están riesgo la vida, la integridad y la dignidad de las mujeres, "lo que fracasa es el conjunto de la democracia".
"Aquí no se distinguen edades, ni estratos sociales, no hay diferencia entre las víctimas y espero que no exista diferencia entre nosotros porque todos tenemos que trabajar para condenar esa violencia y para apoyar esas víctimas, todas las administraciones, gobiernos, partidos políticos, asociaciones, todos los medios y toda la sociedad desde la familia y la escuela", ha subrayado Sáenz de Santamaría.
Eso sí, le ha avisado de que, cuando se quiere un pacto de Estado, esa disposición debe mostrarse "todos los días" con las declaraciones y con las acciones, al mismo tiempo que le ha advertido de que va a utilizar la violencia de género para hacer confrontación no va a lograr el apoyo del PP. "A mí, ni hoy ni nunca me va a encontrar", ha precisado la vicepresidenta del Gobierno.
Con ello, le ha pedido su apoyo para sacar adelante leyes, "porque las leyes más fuertes hacen más fuertes a las mujeres y les dan fortaleza para denunciar", así como para que los matrimonios forzados sean un delito, como así plantea el Código Penal, para que el delito continuado sea más grave y se trabaje por la libertad vigilada de los agresores, para una justicia gratuita y para que se cuide de las mujeres en el Estatuto de las Víctimas.