En teoría, las empresas deben dar iguales oportunidades a hombres y a mujeres. Pero en la práctica no ocurre así, según un estudio realizado por la firma Regus que dice que la intención de contratar a madres trabajadoras en 2011 ha caído un 15% respecto al año anterior.
Sólo 23 de cada cien empresas españolas quieren incorporar a su plantilla a empleadas de este perfil, algo que el año pasado preveían hacer 38 de cada cien.
El estudio incluye datos de 15 países de varios continentes. A nivel global, el 36 por ciento de las empresas prevén incorporar madres a su plantilla, un 8 por ciento menos que en 2010. Junto a España, los países que han registrado mayores caídas son Sudáfrica (20 por ciento), Estados Unidos (18 por ciento) y Alemania (15 por ciento).
Más contrataciones
El mal dato relativo a las mujeres con hijos contrasta con las expectativas de empleo generales: el 45 por ciento de las compañías de todo el mundo espera realizar nuevas contrataciones en 2011, según el estudio.
¿Qué preocupa a las empresas que rechazan a las madres? El informe revela las preocupaciones más presentes. Muchas compañías aún temen que muestren menos compromiso y flexibilidad que otros empleados (37 por ciento); otras, que abandonen la empresa poco después de completar su formación para tener otro hijo (33 por ciento) y que cuenten con habilidades desfasadas (24 por ciento).
En España, las empresas muestran en general una preocupación por debajo de la media, pero les inquieta sobre todo la posibilidad de que las madres trabajadoras se den de baja para tener otro hijo.