La habilidad de la mujer para adaptarse a nuevas realidades y enfrentarse a situaciones complicadas, como la crisis económica, es superior a la del hombre, una cualidad muy valorada en la actual sociedad "cambiante" porque es vista como "una marca líquida", capaz de amoldarse a nuevos retos.
Éste ha sido el principal argumento expuesto por el profesor de márketing en ESIC Business José Miguel Sánchez Guitián en la conferencia que ha impartido hoy en el foro nacional sobre liderazgo femenino y empresa "Tiempo de Mujeres", organizado por la Cámara de Comercio y la Feria de Zaragoza, en el Palacio de Congresos.
En declaraciones a Efe, Guitián ha indicado que en una sociedad competidora, en la que el ser humano se define y se vende como una marca, la mujer destaca sobre el hombre porque se adapta como lo hace el agua en distintos recipientes, ya sea "una botella, un charco o una taza de té".
Esa "adaptabilidad" ha provocado que la mujer haya avanzado tanto en los últimos años, un progreso que si se mira desde el presente no es tan profundo, pero que sí se observa con una perspectiva histórica es "enorme".
"En los últimos años, el hombre y la mujer se están interesando por los mismos esquemas. En la reuniones, ya no hay el típico grupo de hombres por un lado y de mujeres por otro hablando de diferentes temas", ha señalado.
Esta evolución "imparable" se extiende no sólo en una dirección, sino que actúa a modo de "big bang" hacia "todos los lados", a la vez que el hombre aprende a formularse preguntas que antes no se hacía sobre su identidad.
"Cuando la mujer pregunta qué me pongo hoy, en realidad está preguntando sobre qué significo para los demás con esta ropa o esta otra. La pregunta obviamente está mal hecha y la respuesta del hombre es absurda porque la hace mientras sigue viendo el fútbol", ha comentado.
También Emilio Duró, consejero externo de diferentes multinacionales y profesor en varias universidades, ha destacado que la mujer tiene la capacidad de trasladar "ilusión" y "optimismo" al ver aspectos de la vida en los que el hombre no recae.
En los últimos años, se está produciendo un cambio "irreversible" porque en el mundo comienza a primar más la "inteligencia" que la fuerza física, más valorada históricamente en la trayectoria del ser humano, una evolución que se reflejará también en el ámbito empresarial.
"Mira cuantas mujeres directivas hay hoy y compáralo con hace treinta, cincuenta o cien años y verás que la evolución es imparable porque va una velocidad tremenda. Si lo miras en una generación es lenta, pero si lo haces teniendo en cuenta los millones de años de existencia es increíble", ha apuntado
Duró ha señalado que no considera que actualmente se estén repitiendo patrones de sumisión en las nuevas generaciones, y ha insistido en que la educación que reciben los jóvenes es mucho mejor que la de años anteriores, lo que favorece la igualdad entre ambos sexos.
Sin embargo, Carme García Ribas, profesora de la Escuela Superior de Comercio Internacional de la Universidad Pompeu Fabra, ha alertado de que la sumisión no ha desaparecido, sino que continúa presente en los jóvenes de hoy en día.
"Las mujeres siguen construyendo su identidad con miedo a no ser queridas. Tratan de ser adecuadas para que las quieran y eso es sumisión. Las nuevas generaciones, a pesar de estar preparadas y de tener más oportunidades, son también más sumisas", ha recalcado.
En este sentido, ha señalado que hay muchos sectores de producción que se benefician de la dependencia de la mujer y transmiten un mensaje de "fragilidad y vulnerabilidad" para promocionar el consumo de los bienes que ofrecen.
Por otro lado, ha instado a la mujer a construir una cultura pública desde el talento femenino y a dejar de sentirse "huésped" en una contexto dominado históricamente por el hombre, para ir cambiando la actual estructura social.