«De pequeña no soñaba con ser policía, simplemente porque no había mujeres. Si me preguntaban qué quería ser de mayor, decía que maestra o enfermera, que era lo que más cerca tenía». Las tornas cambiaron y María Marcos ha llegado a comisaria y a directora del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado. Ayer, en el marco de las VI Jornadas Socioculturales del Cuerpo Nacional de Policía, celebradas en el Centro de Cultura Antiguo Instituto, disertó sobre el papel de la mujer en la institución justo cuando se cumple el 32 aniversario de su incorporación al cuerpo.
«Mucho han cambiado las cosas desde que en la primera convocatoria sólo podían optar a un puesto las solteras y las viudas. Nos hemos ido expandiendo como el aceite hasta estar presentes en todas las unidades y en todas la categorías», comentó la comisaria, con 30 años de bagaje policial a sus espaldas y que en la actualidad ocupa uno de los escalafones más alto de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Reclama igualdad, «pero hay que seguir luchando, no está todo aún conseguido. Hemos logrado que no nos miren raro cuando decimos que somos policías, pero queda el día a día para que todo sea igual y justo». Como ejemplo para avanzar, aboga por huir de los clichés. «No sirve de nada pensar que las mujeres somos más reflexivas, más intuitivas y más limpias. A lo largo de mi carrera he coincidido con hombres que tienen mucha más intuición que nosotras y mujeres que son limpias, pero no ordenadas», bromeó ante el abarrotado auditorio.
Sorpresa inicial
La comisaria María Marcos no estuvo sola en su intervención. La representación asturiana corrió a cargo de la inspectora Yolanda Suárez Souto (encargada de prensa de la Comisaría de Gijón) y la subinspectora Beatriz Nieto (de la unidad de Policía Científica de Gijón). La primera de ellas explicó que el que más se sorprendió cuando hace 16 años accedió a la Policía fue su padre. «Era sindicalista y por aquel entonces estaba poniendo barricadas a favor de la Naval; a él fue al que más le chocó, pero no al resto. Cuando ingresé en la academia no noté diferencia alguna con mis compañeros, pero soy consciente de que a los hombres mayores les ha costado un cierto esfuerzo la igualdad». La inspectora Suárez Souto considera que «entre todos lo vamos logrando». «Quiero hacer constar que no queremos protagonismo, solo queremos ser iguales y tener las mismas posibilidades», añadió.
En la Comisaría de Gijón trabajan 61 mujeres y 373 hombres, lo que supone que el 15,40% de plantilla es femenina. La media nacional se sitúa en el 12%.