El secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Juan Manuel Moreno, ha considerado hoy "absolutamente intolerable" que todavía las mujeres se cuestionen su maternidad por el miedo al despido o que sacrifiquen su promoción laboral por el cuidado familiar.
Durante la inauguración de las jornadas "Cinco años de la Ley de Igualdad. Una visión temporal", organizadas por la Comisión de Igualdad del Consejo General del Poder Judicial, Moreno ha considerado igualmente intolerable que las mujeres tengan mayores dificultades en el acceso al empleo, así como que no reciban el mismo salario que los hombres por igual trabajo.
"En crisis no podemos desperdiciar más del 50 por ciento del talento y de las capacidades", ha dicho Moreno, quien se ha mostrado "absolutamente convencido de que la salida de la crisis tendrá nombre y apellidos de mujer".
El secretario de Estado ha recordado que el Gobierno está ultimando un plan especial para la igualdad de mujeres y hombres en el ámbito laboral y contra la discriminación salarial, que estará listo en el primer trimestre de 2013.
Entre las aportaciones más importantes de la Ley de Igualdad, Moreno ha citado el permiso de paternidad, en el que, según ha reconocido, "probablemente, nos quedamos cortos", pero que "fue una revolución".
Así, ha recordado que el pasado 10 de octubre la Comisión de Igualdad del Congreso aprobó equiparar el permiso de paternidad y maternidad cuando la situación económica lo permita, lo que significa que "está abierta esa puerta".
Moreno ha asegurado que la Ley de Igualdad no puede entenderse sin la Ley contra la violencia de género y ha agregado que tanto la lucha contra esa "lacra social" como la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres "son responsabilidad de toda la sociedad, en mayúsculas".
A su juicio, la Ley de Igualdad "no es una ley de mujeres para las mujeres", sino que es para el conjunto de la sociedad, independientemente del sexo.
"La igualdad entre mujeres y hombres ni es una cuestión de partidos ni es una bandera que tengan que soportar sólo las mujeres", ha incidido.
Aunque ha reconocido que aún queda mucho por hacer, ha destacado los pasos dados en la inclusión laboral de las mujeres con discapacidad, que sufren una doble discriminación, así como el hecho de que de cada diez personas de etnia gitana que acceden a la universidad, ocho sean mujeres.
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