La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, ha destacado este lunes la necesidad de "crear un tejido empresarial fuerte" que ayude a sensibilizar a la sociedad acerca de la violencia de género y facilitar la integración de las víctimas de esta "lacra".
Mato, que ha presidido la incorporación de 22 nuevas organizaciones y empresas a la Red de Empresas por una Sociedad Libre de Violencia de Género, ha ensalzado el compromiso "ajeno a toda ideología", de las empresas y organizaciones que se han adherido a la plataforma y ha asegurado que un total de 463 mujeres se han beneficiado ya de los programas de integración.
Asimismo, ha recordado a las 27 mujeres que, en lo que va de año han perdido la vida a manos de sus parejas o exparejas, así como a los 26 menores que han quedado huérfanos como consecuencia de ello. En este sentido, la ministra ha recordado que el silencio de las víctimas de este tipo de violencia es "lo único que cierra las puertas a su libertad" y ha asegurado que para el Gobierno es "un deber de justicia" terminar con la violencia de género.
En este sentido, ha anunciado la próxima aprobación en Consejo de Ministros de la Estrategia Nacional para la Erradicación de la Violencia de Género que, según ha explicado, incluirá un total de 250 medidas para combatir este tipo de conductas y atender a las víctimas y contará con un presupuesto de 1.500 millones de euros.
La medida servirá para "mejorar la coordinación y la respuesta" de los servicios de atención del Estado a través de la ventanilla única y la utilización de Internet, además de la concienciación de la sociedad para que "deslegitime" todo tipo de conductas violentas.
"Nuestro objetivo es que los casos críticos sean resueltos en un máximo de 24 horas", según ha indicado.
TESTIMONIOS DE USUARIAS
Durante el acto, en el que han participado también el secretario de Estado de Igualdad, Juan Manuel Moreno, y la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Blanca Hernández, así como los representantes de las organizaciones que forman parte de la red, ha contado con los testimonios de dos mujeres que han participado en los programas de integración de la iniciativa.
Una de ellas, Rosario Marqueta, ha destacado la ayuda que recibió durante este curso a través de Cruz Roja, entidad que se ha incorporado a la iniciativa durante este curso, y ha recordado las "dudas" que en un principio tenía sobre si le podrían ayudar.
"Ahora soy una mujer menos débil y miedosa y tengo proyectos de futuro", según ha declarado, y ha asegurado que, gracias a los programas de integración para casos de violencia de género, ha logrado salir de "la espiral que le había anulado como persona", en referencia a la situación a que estaba sometida.
En la misma línea, Lina Carlin, también víctima de violencia de género, ha explicado que el proceso para salir de una situación de violencia de género "no es tan fácil como uno se imagina", y ha asegurado que lo ha logrado gracias a la ayuda de los trabajadores sociales y a que "una empresa, en un momento crítico de su vida, le dio una oportunidad".
"Cuando me ofrecieron un trabajo pude cerrar definitivamente el ciclo de violencia", ha explicado Lina, que es madre de 7 hijos y actualmente tiene tres a su cargo.
Durante el acto, se ha hecho entrega de las cartas de convenio a las 22 nuevas empresas de la Red de Empresas por una Sociedad Libre de Violencia de Género, entre las que se encuentran Adams, Línea Directa, Danone, Mercadona y Peugeot-Citröen.
Mediante la adhesión a la plataforma, tanto las nuevas empresas como las 34 que ya formaban parte de la iniciativa, contribuirán a la sensibilización de la sociedad sobre la igualdad entre hombres y mujeres, el respeto a los derechos fundamentales, a la promoción de la inserción de las mujeres víctimas de violencia de género (y la extensión de este compromiso a sus empleados, proveedores y clientes), y a reflejar en sus actividades y proyecto empresarial los esfuerzos por "construir una sociedad libre de violencia de género", según ha indicado la ministra.
En este sentido, Mato ha destacado la inserción laboral como "la mejor manera de garantizar el bienestar de los ciudadanos" y el papel de las empresas como "imprescindible para fortalecer la autoestima de las víctimas, promover su participación social y reforzar su independencia y libertad económica".
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