CNMI-25/01/2010
Ayer cumplió un año de la desaparición de la joven de 17 años, Marta del Castillo. Todavía hoy se desconoce el paradero del cuerpo de la menor, después de que el autor confeso de su muerte, Miguel Carcaño, haya cambiado en 3 ocasiones la versión de donde arrojó el cuerpo de Marta.
También ayer Rafita, Rafael García Fernández, autor de la muerte de la menor Sandra Palo hace ya más de 6 años, fue detenido por cuarta vez desde la concesión en 2007 de la libertad vigilada, mientras robaba un coche en el distrito de La Latina, y después de que el 23 de diciembre de 2009 fuera detenido por robo con agresión en Alcorcón (Madrid).
Tenemos dos casos de violencia con resultado de muerte en el periodo de la juventud, tanto del agresor como de la víctima.
El Defensor del Menor, Arturo Canalda, declaraba que el 83% de los menores que ingresan en los centros de medidas judiciales no vuelven a delinquir, pero un 15% no son fácilmente reconducibles ni se logran reinsertar en la sociedad.
Deberíamos plantearnos qué ocurre en la sociedad para que la juventud cometa estos crimines.