CNMI-15/04/2009
Ante las últimas noticias sacadas a la luz sobre violencia de género, discriminación, sexismo o machismo en los medios audiovisuales, nos ha llevado a plantearnos la calidad el material que consumimos en la televisión.
Pasamos por programas que consiste en realizar llamadas a números 905, de elevado precio el minuto, en donde últimamente la presentadora va vestida en bikini, en los que se permite y no cortan la llamada cuando los concursantes dicen obscenidades y vejan a las presentadoras, en donde se debe buscar las diferencias de algún tipo sobre fotos de mujeres en ropa interior o desnudas, y demás discriminaciones por razón de género, o la poca regulación de la participación de menores, valorada únicamente por la subjetividad del presentador el cual pregunta la edad al concursante con voz juvenil, confiando en su palabra.
Dibujos animados dirigidos a población adolescente realmente machistas y violentos, y que reproducen perfiles personales o conductas no muy recomendables, como son Shin Chan, Los Simpson, Padre de familia,...
Programas con tintes de humor sarcástico, como El Intermedio, en los que se utilizan comentarios y bromas sexistas y machistas, cargados de discriminación.
Programas de divertimento con claras reminiscencias de sexismo, como Guerra de Sexos, en donde vuelven a utilizar los tópicos de mujer preocupada por la belleza y superficial, y hombre interesado por el fútbol y descuidado.
Y Series que idealizan la corrupción, la droga, la cirugía estética y prostitución, como Sin Testas no hay Paraíso, o que reproducen comportamientos sin fines de educar en el rechazo a las drogas, el bulling o la falta de respeto al profesor o a los progenitores, como es Física o Química.
Creemos que se deberían revisar los contenidos de los medios audiovisuales, sean públicos o privados, para conseguir educar a las nuevas generaciones en el respeto de los derechos y libertades, en salud y en igualdad.