Los conductores de tren de Estocolmo, en Suecia, están hartos de pasar calor en el trabajo cuando llegan estas fechas y por eso han tomado una determinación: ir en falda a currar, tal y como podemos leer este domingo en el New York Daily News.
Y todo porque su nueva empresa desde el mes de enero, Arriva, prohibió a sus empleados acudir a trabajar en pantalón corto.
Los conductores saben que no pueden decirles nada y así lo asume la promia empresa que asegura que "decirles que hicieran otra cosa sería discriminación".
Lógico, ahora la empresa tiene que asumir sus decisiones.
Este curioso hecho ha sido noticia incluso en la BBC.
Martin Akersten, maquinista de la empresa, declaró a esta televisión que tanto él como sus colegas tuvieron la idea de vestir esta prenda cuando este pasado mes de enero la empresa modificó el código de vestimenta.
"Los pasajeros se nos quedan mirando, pero hasta ahora nadie ha dicho nada, al menos no a mí. Y no me importa, por cuanto se trata de una cuestión de comodidad", dijo Akersten.