Los chavales piensan que hay «otros asuntos más importantes» mientras que las chicas lo consideran «un problema social relevante»
Los adolescentes varones entre 14 y 19 años consideran «que se habla demasiado de la muerte de mujeres existiendo otros problemas de mayor importancia». En cambio, las chicas de la misma franja de edad creen que la violencia de género es un problema social relevante. Ésta es una de las conclusiones a las que ha llegado la Asociación de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales y Violencia Doméstica (ADAVAS) de Burgos después de escuchar las opiniones de más de mil jóvenes en los diferentes talleres que este colectivo dio en los colegios durante el curso pasado.
La diferencia entre sexos a la hora de valorar hechos que tienen que ver con la violencia de género es uno de los aspectos que destacan las autoras del trabajo ya que, por ejemplo, el triple de chicos que de chicas cree que los malos tratos son un asunto que se debe resolver dentro de las familias o intervenir solo en «casos graves».
La coordinadora de la asociación, Almudena Román, explicó que los adolescentes siguen reproduciendo modelos sexistas y machistas: «Tienen los estereotipos muy marcados y su visión de la violencia de género es real pero lejana. Por otro lado, la violencia está integrada en sus relaciones cotidianas y aceptan como normales gritos, empujones, alguna bofetada, golpes e insultos».
«49 MUERTAS NO ES NADA». Román leyó algunas de las frases con las que los estudiantes han reflejado su sentir a propósito de este asunto: «49 mujeres muertas no es nada». «Si tu novio es celoso es que te quiere». «Si las mujeres se quedaran en casa habría menos paro». «¿En Burgos pasan estas cosas?» (refiriéndose a los asesinatos de mujeres). Así las cosas, las profesionales de ADAVAS creen que es imprescindible seguir trabajando con el alumnado pero incluyendo todas las etapas educativas desde Infantil e incrementando la dotación económica para esta actividad desde las instituciones.
«Es posible cambiar las actitudes del alumnado adolescente; para prevenir la violencia de género es necesario conocer cómo empieza y cómo evoluciona. Esto es lo que intentamos con nuestra campaña, formarles para romper con los estereotipos y evitar las relaciones de dependencia», añadió la coordinadora, que insistió en que experiencias como la que está llevando a cabo su asociación «tienen que dejar de ser algo testimonial y fruto del voluntarismo y se realicen de forma generalizada, con continuidad en el tiempo e insertas en el curriculum de los centros escolares».