Los profesores Mauricio Pastor y Alfonso Mañas Bastida documentan en su estudio “Munera gladiatorum. Mujeres gladiadoras” la “indiscutible existencia” de mujeres romanas gladiadoras y analizan pormenorizadamente los textos clásicos, inscripciones y otros elementos figurativos que lo avalan.
Las mujeres gladiadoras son objeto de estudio de uno de los trabajos de investigación publicados en el número 23 de la revista de la UGR “Florentia iliberritana”. Los investigadores Mauricio Pastor y Alfonso Mañas Bastida dan cuenta, en su trabajo titulado “Munera gladiatorum. Mujeres gladiadoras”, de la “indiscutible” existencia de mujeres romanas gladiadoras y analizan pormenorizadamente los textos clásicos, así como inscripciones y otros elementos figurativos que lo avalan.
Demostrar el papel de las mujeres romanas en los juegos de gladiadores es, pues, el objetivo de este trabajo, pese a la escasa y limitada documentación de que se dispone. Lo autores prestan especial atención a una estatuilla de bronce conservada en el “Museum für Kunst und Gewerbe” de Hamburgo, “tradicionalmente mal interpretada por algunos investigadores” –manifiestan–, que la consideraban como una atleta femenina con estrigilo (una rascadera metálica, fina y larga, que se usaba en la cultura grecorromana para limpiarse el cuerpo de aceite) y que ahora, “tras un análisis minucioso de la pieza” –afirman–, puede asegurarse que se trata de una auténtica mujer gladiadora.
Según los autores de este trabajo, Mauricio Pastor y Alfonso Mañas Bastida, “el hecho de que esta estatuilla haya sido considerada por los historiadores como una atleta puede explicarse simplemente por una interpretación apresurada del objeto empuñado, que siempre se ha querido ver en él un estrigilo, mientras que apenas se ha prestado atención a la posición del cuerpo, al vestido o la venda de las rodillas. Además, del análisis de la estatuilla se desprende que la gladiadora pertenecía a la clase social baja (mulier), tal vez una esclava, puesto que las gladiadoras de clase alta y de condición libre (femina) no solían actuar en público con los pechos al aire. Sin embargo, la estatuilla luce una larga melena en vez de un pelo corto, típico de las esclavas. Lo cual no es sino una excepción a la regla general.”