Ana Rosa Quuintana, Mercedes Milá o Pepa Bueno, son algunos de los pocos ejemplos de mujeres de más de 35 años que han conseguido mantenerse en televisión con el paso del tiempo. Frente a ellas, una legión de jóvenes y bellas presentadoras que las van sustituyendo.
La Fundación Imagen y Autoestima y la Aacademia de las Ciencias y las Artes de la Televisión an suscrito un acuerdo para "impulsar una imagen corporal saludable y buenos hábitos alimenticios" y han redactado un decálogo de buenas prácticas.
La lista pone el acento "en la promoción de modelos corporales realistas" en televisión.
"Buscamos que las personas que salgan en televisión sean representativas de la diversidad de la calle", asegura a Terra Noticias Voltas, directora de la fundación. "No hay que criminalizar a nadie, pero cuando todas las mujeres que aparecen son de un mismo tipo de belleza hay que pensar que detrás de eso hay una política de empresa".
Y es precisamente ahí donde la fundación que engloba a asociaciones de trastornos alimenticios de toda España quiere poner mayor énfasis. Por ello, junto a la Academia de la Televisión están promoviendo un código de "autorregulación" para controlar la imagen de la mujer que se proyecta en los medios.
El proyecto, que se encuentra en fase informativa, ya ha sido aceptado verbalmente por la cadena pública catalana TV3.
"La televisión es un medio visual, por eso es muy importante controlar lo que en ella se emite", asegura Voltas. "Nadie compara su físico con el editor de un diario, pero sí con las presentadoras y periodistas de una cadena".
La promoción de la salud
También RTVE se ha comprometido con parte del 'Decálogo de buenas prácticas sobre el fomento de la autoestima y la imagen corporal' y desde hace meses no se emiten anuncios de culto al cuerpo en horario infantil.
Así lo ha hecho también alguna revista como Vogue, que ha asumido la 'diversidad corporal'como un hecho e intentan plasmarlo en sus portadas.
"Si la Constitución habla de que no se puede discriminar a nadie por su sexo, religión o procedencia, ¿por qué hay una discriminación positiva hacia las mujeres delgadas?", se lamenta desde la fundación.
El Ministerio de Salud realizó también un catálogo en el que se detallaba las diferentes formas de la mujer, algo que se pretendía ver aplicado al tallaje de las prendas de ropa pero que va más lejos.
La presión psicológica a la que se ven sometidas las jóvenes adolescentes para encajar en una belleza uniformizada por la sociedad, aseguran las asociaciones, es demasiada y cada vez se puede ver a niños más jóvenes sucumbir ante enfermedades que antes no les eran propias. Algo que los expertos califican ya como una 'epidemia'.
"Partimos de que se trata de un caso de ignorancia y no de mala leche", afirma Voltas. "Pero hay que hacer ver a las televisiones que sus actos tienen consecuencias en los más débiles".
El caso del Reino Unido e Italia
En medio de un 'relevo generacional', la cadena BBC decidió en 2009 sustituir a sus presentadoras más veteranas por jóvenes y bellas periodistas.
Sin embargo, este cambio no fue bien aceptado por la sociedad británica que reclamó a la cadena pública que readmitiera a las periodistas que habían sido jubiladas.
No pasa lo mismo en la televisión italiana, donde Silvio Berlusconi hace años que ha impuesto las azafatas y las modelos en todos los programas.
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