La vida de los niños, en manos de sus maltratadores

La violencia de género se cobra la vida de, al menos,11 menores en 2010 / La ley los excluye como víctimas

El hallazgo de una mujer y sus dos hijos muertos bajo un manto de cal viva en su domicilio de Tarragona pone de manifiesto la necesidad de modificar la Ley Integral contra la Violencia de Género para que los menores sean calificados como víctimas

La norma estrella de la primera Legislatura del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero fue creada por y para las mujeres. Así, excluyó del grupo de víctimas a los hombres asesinados por sus parejas y a los niños afectados por esta lacra social. En lo que va de año, al menos once menores han perdido la vida a manos de alguno de sus progenitores en una situación de violencia doméstica.

Según el Centro Reina Sofía, de enero a mayo han perdido la vida seis menores como consecuencia de una situación de violencia de género. El 4 de junio, un hombre asesinó a su mujer y a su niño en Almería y luego intentó suicidarse. Los otros cuatro casos se acumulan en los 17 primeros días de octubre. A los dos de Tarragona de ayer, hay que añadir el caso de una niña de 18 meses, cuyo cadáver fue localizado flotando en la costa de Zarautz (Guipúzcoa). La Policía detuvo a su padre, un ciudadano marroquí de 41 años que había discutido con su mujer y secuestrado a la niña.

El cuarto se produjo unos días antes, cuando fue hallado carbonizado un bebé dentro de un vehículo en el municipio coruñés de Paderne y el padre fue imputado por presunto parricidio.
Una vez más, queda demostrado que los niños son los más vulnerables en los entornos en los que existe violencia familiar. El Gobierno debería tomar cartas en el asunto porque fue el propio Ejecutivo el que, en boca da la titular de Igualdad, Bibiana Aído, indicó que 800.000 menores son víctimas de la violencia machista en España. A pesar de ser conscientes de la realidad, el Gobierno no ha intentado atajar el problema tomando medidas y dotándolas de presupuesto.

Eliminados del presupuesto
Esta realidad queda contrastada, tal y como anunció LA RAZÓN el pasado sábado, en el presupuesto de Igualdad para el próximo año, que elimina la partida de atención especializada a menores víctimas de violencia de género. El Gobierno justifica esta supresión con el argumento de que esa partida la va a incluir dentro de un «programa general», pero «eso está aún por ver», según lamenta el PP.

El Ejecutivo ha rechazado sistemáticamente la demanda del principal partido de la oposición de que la ley incluyese también una protección especial para los menores, porque son víctimas del maltrato, bien como testigos, bien porque lo sufren directamente. El Gobierno se ha negado porque, a su juicio, eso distorsionaría la esencia de una ley hecha para y por la mujer.

Por ello, la ONG Save the Children alertó ayer en un comunicado de prensa sobre la urgencia de «visibilizar a estos menores» y de adoptar «medidas concretas» para  protegerlos de esta lacra y atenderlos. Según la ONG, las cuatro muertes de este mes «son  sólo  la punta del iceberg».

Save The Children planteó reclamaciones tan evidentes como la elaboración de estadísticas y datos fiables sobre el impacto de este  delito en los menores y recordó que la  violencia durante la infancia «marca de forma negativa el desarrollo» de los pequeños, tanto de forma inmediata como en su etapa adulta.

Medidas específicas
En el comunicado, Save The Children también criticó que la Ley Integral contra la Violencia de Género  «no contemple medidas específicas para atender a los hijos de las  víctimas» y que en España no exista «un seguimiento estadístico  centralizado sobre los niños y niñas que viven en hogares donde hay violencia de género. Es necesario tener «una idea clara sobre esta realidad» para   promover «el desarrollo de medidas, recursos y presupuestos específicos que protejan a la infancia que habita en estos hogares».

Por último, la organización instó al Gobierno y a las comunidades autónomas a desarrollar «medidas y recursos específicos para proteger y atender  adecuadamente a los niños víctimas de la violencia de género, incluyendo a los que no han recibido violencia física directa».