«Bastaría una torta» a su esposa «para que exista violencia de género» porque «nadie debe creerse con la facultad de corregir a su pareja mediante un guantazo», reprochó ayer la fiscal a un hombre acusado de propinar una bofetada a su esposa y tirarla al suelo, causándole lesiones en la cabeza. Para él exige seis meses de prisión y año y medio de alejamiento de la mujer y retirada de armas. Especialmente llamativo fueron el testimonio del hermano del agresor, y cuñado de la víctima, y de una vecina de Flechas, localidad en la que ocurrieron los hechos el 3 de julio de este año. La mujer describió el «cachete» como ligero, «como el que se da a un niño en la cara» mientras se llevaba la mano a la mejilla con suavidad. Los dos testigos presenciales de la agresión justificaron además la actitud del hombre por el carácter de la víctima, «se puso alterada y él le ha dado el cachete en la cara porque no atiende a razones», explicaba la vecina. El cuñado fue más lejos y llegó a decir que «la arrimó un poco la mano a la cara, no fue fuerte, se cayó después», mientras justificaba la conducta de su hermano porque «ella tiene problemas mentales y siempre quiere tener razón, no se puede discutir con ella».
La respuesta de la fiscal fue contundente al recriminar al procesado que «la tenía sujeta por el brazo porque su mujer estaba discutiendo y se cree con derecho a impedirle que siga con la discusión, con derecho a abofetearla». Por ello pidió la condena, confirmado por los testigos el maltrato, a pesar de que la mujer retiró la denuncia. La abogada de la defensa pidió la absolución porque su cliente actuó «para que su mujer reaccionara, no con intención de demostrar su superioridad».