La «choni» y la mujer «masculinizada», últimos estereotipos de las series españolas

El prototipo de mujer que aparece en las series españolas de televisión es el de una persona “con iniciativa, autoritaria y ambiciosa”, según un estudio del Observatorio Audiovisual de Identidades de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). 

El informe se titula “Las mujeres en la ficción televisiva española de ‘prime time’”, y del análisis realizado se desprende que en las series nacionales aparece un 48% de personajes femeninos frente a un 52% de masculinos, una “ligera infrarrepresentación que parece responder más a la temática de la serie que a una falta de visibilidad de las mujeres”.

La serie que muestra un índice más bajo de presencia femenina es “Águila roja” (40%), seguida por “Los protegidos”, con un 42,8%. Este dato muestra que ellas están “menos presentes en series con un elevado componente de acción o aventura que en el resto de los argumentos”.

En las historias dramáticas, las mujeres parecen tener un mayor peso, tal y como muestra el 60% de representación de chicas que presenta la serie “Gran reserva”. Entre los papeles tradicionales, el de madre es el más común, mientras el de esposa es ya menos frecuente, según destacan los autores del estudio, que añaden que en las ficciones analizadas “se rompe el binominio que vincula a los hombres como racionales y relega a las mujeres al ámbito de lo irracional”.

Así, hay perosnajes cuya característica principal es la estabilidad. Por ejemplo, Lucía, de “Gran reserva”, mantiene la calma ante las situaciones adversas, racionalizando las causas y consecuencias de los hechos. Lo mismo ocurre con Jimena, de “Los protegidos”, que es la encargada de orientar a la familia ante situaciones de crisis.

CASA Y TRABAJO

El escenario doméstico sigue siendo en el que se ubican con más frecuencia los personajes femeninos. “Este hecho constituye una pauta común en todas las series”, afirma el estudio. El siguiente escenario en el que aparecen con mayor porcentaje los personajes femeninos es el ámbito laboral, aunque los empleos que realizan estos caracteres son los considerados típicamente femeninos: la hostelería, el servicio doméstico, la enseñanza y el trabajo administrativo.

Unicamente dos personajes femeninos de los 26 analizados en el estudio desempeñan puestos no clasificados como tradicionalmente femeninos. Son Mónica (abogada de la familia Cortázar) y la agente Ortega (policía), ambas de “Gran reserva”.

El estudio también concluye que las mujeres “aparecen caracterizadas más frecuentemente como personajes inteligentes que como estúpidas”. Es el caso de la protagonista de “Gran reserva”: Lucía es una exitosa periodista que vive en Nueva York y vuelve a la casa familiar para salvar la bodega de su padre ante la incapacidad de su hermano. “Dentro del contexto de lo políticamente correcto, se ha inoculado un respeto por algunos aspectos de la condición de la mujer, y se puede considerar ofensivo presentar a una mujer abiertamente incapaz o estúpida frente al hombre. Este contexto también se acompaña por una preocupación respecto al ítem de los malos tratos”, agregan los autores.

ACTIVIDAD Y AGRESIVIDAD

Por último, señalan que los ejemplos más recientes de estereotipos en las series patrias son el de “la choni” y la “mujer masculinizada”. El primero estaría representado por Macu y Lorena, de “Aída”. Son mujeres jóvenes que carecen de educación y formación, lo que se manifiesta en un desprecio por la cultura y en numerososo errores de exprsión, tanto gramaticales como fonéticos.

Emocionalmente se caracterizan por la frivolidad con la que viven sus relaciones personales, sin mostar ningún tipo de respeto ni interés por el compromiso. La “mujer masculinizada” está representada por la agente Ortega y la abogada Mónica, ambas de “Gran reserva”. Son mujeres de fuerte carácter, con un comportamiento activo e incluso agresivo.