FERNANDO GONZÁLEZ POZUELO, CATEDRÁTICO DE SOCIOLOGÍA DE LA UEX
«Los escolares extremeños tienen la mente abierta pero un corazón patriarcal», dice el sociólogo en la clausura del curso de Criminología
Lejos de disminuir, la violencia de género podría ir a más en la región. Basta mirar a los escolares de hoy para concluir que el cambio de roles está provocando importantes desajustes, un asunto del que habló Fernando González Pozuelo en el seminario de clausura del curso de Criminología.
-¿Cómo son los escolares?
-Nosotros preguntamos a 3.000 chicos y chicas de entre 10 y 17 años y llegamos a la conclusión de que tienen una mente abierta pero un corazón patriarcal, sobre todo los niños. Hace 25 años, la mujer se dedicaba a sus labores y el hombre trabajaba fuera. Hoy, sin embargo, el mensaje es igualitario pero el comportamiento no lo es tanto. Eso genera más violencia.
-¿La igualdad sólo es teoría?
-En el campo de las tareas domésticas, por ejemplo, los escolares contestan mayoritariamente que en sus casas las realiza la madre y que a las hijas se las hace trabajar más que a los hijos. Ahí existe una contradicción, si no se interviene dentro es algo que generará conflictos.
-¿La violencia de la que habla su estudio, es física o psicológica?
-En el campo de las relaciones sexuales hay una violencia muy sutil, porque muchas veces la chica no quiere pero si se niega parece que va a quedar como una antigua. También sienten la obligación de llevar trajes que a él le gustan y que a ella a lo mejor no. En esos casos, la chica no se da cuenta de la violencia que sufre por parte del varón, pero existe.
-¿Se entrevé alguna solución?
-Hay que hacerle ver a la chica que ella es dueña de su cuerpo y que no es más moderna si consiente. Lo que pasa es que el tema de la sexualidad es un tabú, no se puede tocar en la familia y estamos en un desconcierto total.
-¿Persiste el machismo hoy?
-Hoy el machismo afecta más a la estructura de la personalidad. Las chicas creen que son más libres y no lo son tanto. Sacan mejores notas que ellos y, sin embargo, están en un plano más secundario. Si sacan las mejores notas, lo normal es que vayan a las carreras más prestigiosas, pero no ocurre así. Eso evidencia que hay todavía una especie de doble rasero para la mujer y el hombre.
-Pero habrá habido cambios.
-Desde luego. En 1985, cuando preguntabas si la mujer debía pedir permiso para trabajar fuera del hogar, la mayoría de los jóvenes decía que sí. Hoy lo planteo y me van a decir que leches, pero no hemos conseguido todo lo que se pretende. De hecho, cuando planteo hoy quién debe cuidar a los niños pequeños, todavía hoy el 30% de los escolares dice que la madre.
-¿Qué más le preocupa?
-Hay chicos que dicen que si soy tierno soy un mariquita o que lo que más le importa de la mujer es la belleza porque si salgo con una fea me dicen que voy con una mujer que no vale nada. Son cosas muy sutiles pero que influyen mucho.
-¿Saben los padres cómo actuar?
-Deberían intervenir cuando las cosas no están bien, pero hoy los hijos son hijos únicos, están apareciendo narcisos, sujetos de derecho y no de deberes. Eso es una incongruencia, una persona no puede ser la que determine lo que esté bien y lo que esté mal. La consecuencia está en la falta de respeto en los colegios, que no es generalizada, pero aparecen muchos casos.
-Teme que los escolares de hoy sean los maltratadores del futuro
-En el estudio que hicimos, una chica me decía que cuando su hermano sale con muchas chicas su padre le dice: bravo, machote, dales caña. Mientras que ella no podía decir nada porque si sale con algún otro chico es una puta. Esa contradicción causa una esquizofrenia que provoca rupturas familiares, y cuando yo planteo si, en caso de ruptura, el padre puede pegar a la madre si ella lo deja, un 25% de los chicos dice que sí le puede pegar. Eso quiere decir que hay un 25% de chicos que están muy descolocados y que va a generar problemas.
