LARAZON.ES-15/09/2009-JORGE VALERO
La Comisión Europea empeora las previsiones de crecimiento del PIB del 3,2% al 3,7%
España sumó ayer una nueva confirmación como último país que cogerá el tren de la recuperación. Según la actualización de las perspectivas económicas para la UE presentadas ayer por la Comisión Europea (CE), que toma los siete países más importantes, la economía española será la única que continuará en negativo en el último trimestre, con una bajada del 0,2% del PIB, mientras que en el resto de la UE los países ya caminarán lentamente en positivo con una subida media del 0,1%.
Además, el brazo ejecutivo comunitario empeoró las estimaciones españolas para el conjunto del año, al cifrar la caída de nuestra economía en un 3,7%, frente al 3,2% previsto en mayo, y también superior a la cifra manejada por el Gobierno del 3,6%. A pesar de esta revisión a la baja, España no descenderá tanto como el resto de sus vecinos, que tanto en la zona euro como en el conjunto de la Unión registrarán en 2009 un descenso medio del 4%.
La crisis en España «ha sido menos profunda que la media, pero más prolongada», resumió ayer el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia.
Bruselas culpa a una serie de desequilibrios internos y externos, acumulados durante la última década, para explicar la persistencia de la contracción en nuestro país, como la deuda de los hogares, la crisis del sector de la construcción o los desajustes en la balanza exterior. Además, según la radiografía europea, «la fuerte aceleración de la destrucción de empleo durante la primera mitad de 2009 ha acentuado la caída del consumo privado», herramienta fundamental para relanzar la actividad.
No obstante, la Comisión también dejó algún mensaje positivo para el Gobierno. En concreto, nombra las buenas cifras del empleo de julio y agosto, los indicadores de confianza del consumidor o la contribución «más positiva» a las cuentas nacionales de la demanda externa neta en 2008. Almunia se mostró ayer más relajado ante el cuadro que tenía para el conjunto de la Unión, ya que «por primera vez puedo presentar las perspectivas con algo de optimismo». Desde que se inició la crisis mundial, la Comisión no ha tenido que empeorar sus perspectivas económicas para la UE o la eurozona, que fijó en una caída del 4%.
El comisario observó «una evolución muy positiva del PIB» desde el segundo trimestre, que permite esperar mejores noticias para la segunda mitad del año. Sin embargo, el responsable de Economía europeo insistió en mantener la prudencia, ya que el panorama de incertidumbre continúa. Entre todas las dudas, la que más preocupa a Bruselas es si los cimientos de la recuperación resistirán la retirada del impulso fiscal y financiero puesto en marcha por los Gobiernos. Ante las previsiones, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, optó por destacar que el plan anticrisis del Gobierno coincide con el de la UE.