La Comisión para la Consolidación de la Paz de Naciones Unidas fue creada en 2006 por las resoluciones 1645 (2005) del Consejo de Seguridad y 60/180 de la Asamblea General, con el cometido de hacer operativos los compromisos políticos alcanzados en la Cumbre de 2005 en Nueva York, aportando mayor coherencia los procesos de consolidación de la paz en los países en situación de posconflicto a través de una institución estable y permanente.
Actualmente la Comisión centra sus esfuerzos en la consolidación de los procesos de paz en seis países: Sierra Leona, Guinea, Guinea-Bissau, Burundi, Liberia y República Centroafricana.
España ha expresado su apoyo a la CCP desde su creación en el año 2006, habiendo contribuido hasta la actualidad con 17.548.000 millones de dólares, siendo el 10º donante. Desde 2008, forma parte del Grupo de Trabajo para Guinea-Bissau.
La reelección de España como miembro del Comité Organizador, compuesto por 31 Estados, refuerza el compromiso español con el sistema de Naciones Unidas y su papel como garante de la paz y seguridad internacionales, apostando por un multilateralismo eficaz que garantice la coherencia de los diversos actores en sus esfuerzos por contribuir a la consolidación de la paz en países en situación.
La paz y seguridad internacionales, principios rectores de la política exterior española, constituyen uno de los ejes prioritarios de la candidatura de España como miembro no permanente del Consejo de Seguridad para el bienio 2015-2016.
Entre otros temas, en la Cumbre Mundial de 2005 adoptaron en el Epígrafe Derechos humanos, democracia e imperio de la ley "El compromiso de eliminar la omnipresente discriminación por motivos de género, como las desigualdades en la educación y la propiedad de bienes y la violencia contra las mujeres y las niñas, y de poner fin a la impunidad por dicha violencia".
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