Conseguir una mayor presencia de mujeres directivas sigue siuendo una de las asignaturas pendientes de España. Un 9% de los hombres son directores de pequeñas empresas frente a un 4,5% de mujeres. En las empresas grandes, un 1,1% son varones y un 0,5%, mujeres, según se desprende las «Variables de submuestra» del INE presentado este lunes.
Las españolas, que como empleadas superan a los hombres (77,6% frente al 63,4% de hombres), siguen sin escalar y romper el «techo de cristal» de los altos puestos ejecutivos.
La presencia de mujeres en los consejos de administración, aunque ha aumentado en los últimos años, sigue siendo insuficiente. A escala mundial, EEUU encabeza la lista de mujeres en los consejos con un 20,8%, seguida por Francia, con el 20,1, el Reino Unido, con un 16,8% y Alemania con un 15,4%, según datos del Banco de Mundial.
España, que en 2004 solo contaba con un 1,9% en 2004, llegó a 2011 a un 9,2%, cambio que puede achacarse al sistema de cuotas implantado por ley.
Los ejemplos de mujeres directoras de grandes empresas son escasos. Destacan en la lista Ana María Llopis, presidenta de DIA, la única fémina al frente de una compañía cotizada en el IBEX; Elena Pisonero, de Hispasat, quien sustituyó a Petra Mateos; Esther Koplowitz, consejera de FCC; Ana Patricia Botín, consejera del Santander y Carmen Becerril, presidenta de Acciona Energía, entre otros (pocos) nombres femeninos.
Los principales obstáculos que se encuentran las mujeres a la hora de ascender en el trabajo serían las dificultades para conciliar, los patrones masculinos todavía predominantes y su menor visibilidad, según destaca un informe de PwC elaborado con Isòtes.