Catorce años no parece la edad más idónea para casarse. Pero en España puede contraerse matrimonio en plena adolescencia, con un permiso judicial, o sin él con el consentimiento familiar. Nuestro país es uno de los más permisivos de Europa con los matrimonios adolescentes y el Gobierno ha decidido cambiarlo. El Plan de Infancia que la ministra de Sanidad y Asuntos Sociales, Ana Mato, lleva hoy al Consejo de Ministros prevé elevar a 16 años la edad legal para *contraer matrimonio. Con esta medida se iguala a la mayoría de países de nuestro entorno, aunque Francia la ha subido hace un par de años a los 18.
El plan indica la edad de matrimonio, aunque no la edad para mantener relaciones sexuales consentidas (actualmente en 13 años), un aspecto que el ministerio de Mato ha decido dejar para su discusión parlamentaria. Este cambio es solo un apartado del ambicioso proyecto que la ministra lleva a Moncloa y con el que se busca una protección global de los menores españoles.
El proyecto toca todos los aspectos que afectan a los niños, desde la adopción a su peligrosa relación con las redes sociales, pasando por la obesidad o la atención de hijos en familias con violencia de género. Una de las medidas que han trascendido es la creación de un registro unificado de menores maltratados para mantener un mayor control sobre ellos. Se quiere garantizar su asistencia jurídica y psicológica, según adelantó el secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Juan Manuel Moreno.
Se potenciará el acogimiento familiar para limitar la presencia de niños en instituciones
Moreno adelantaba esta medida tras la muerte de una niña de seis años en Málaga a la que su padre presuntamente mató antes de suicidarse. El padre, de 32 años, había sido condenado en diciembre a seis meses de prisión por malos tratos a la madre de la niña y tenía una orden de alejamiento. A pesar de ello, mantenía el régimen de visitas a la pequeña.
Proteger a las víctimas directas o indirectas de la violencia de género es uno de los objetivos prioritarios del plan para este año, aseguró ayer Moreno. Habrá un apartado específico para los menores víctimas de violencia de género, en el que se cooperará con Justicia, Interior o Servicios Sociales y precisó que recogerá medidas para la actuación ante estos casos con la intención de que «ningún menor quede desamparado o desprotegido».
Uno de los objetivos es que los menores que queden huérfanos como consecuencia de la violencia de género, pasen el menor tiempo posible bajo tutela del Estado acelerando así el acogimiento familiar de estos niños y adolescentes.
Menos burocracia
El acogimiento familiar será una de las medidas claves del proyecto, y no sólo para los niños con antecedentes de maltrato y violencia en el hogar. El interés del Ministerio de Sanidad y Asuntos sociales es reducir al máximo la presencia de los niños en instituciones, sobre todo de los menores de tres años. Aunque sea de forma temporal con familias «de urgencia».
La reforma prevé una nueva regulacion de la adopción y el acogimiento en familias de niños en desamparo.
En la intención del Gobierno está el reducir al máximo todos los procesos judiciales que median tanto en el acogimiento familiar como en la adopción. Así, con carácter general, transcurridos dos años desde la declaración de desamparo, no será necesario el permiso de los padres biológicos para dar a ese niño en adopción. En el proceso de acogida también se quiere acabar con unos trámites administrativos que se consideran tediosos.
¿Quién puede adoptar?
Las nuevas reglas del juego de la adopción y el acogimiento también definirán claramente quién puede adoptar en nuestro país y regulará los derechos y deberes de adoptantes y acogedores. Por primera vez se limitará la edad de los padres que deseen adoptar en nuestro país. La diferencia de años entre los progenitores y el niño adoptado no podría superar los 50 años, según ha podido saber ABC.
Esto quiere decir que si en el momento de la adopción el bebé es recién nacido solo tendrán posibilidades las parejas de menos de 50 años. Este requisito se exigirá en las adopciones nacionales y no en los procesos internacionales.
* Según los datos del INE, del total de 14 mujeres menores de 15 años que se casaron en los primeros seis meses de 2012, 5 eran menores de 15 años y 9 habían alcanzado ya esa edad; mientras, en el caso de los varones, 13 de ellos no habían alcanzado aún los 15 años y los 11 restantes ya los habían cumplido cuando contrajeron matrimonio.
Además, de los datos se desprende que en el mismo periodo se casaron 49 mujeres de entre 16 y 17 años, frente a los 12 varones que formalizaron su relación a esas edades.
Mientras, según las cifras del INE correspondientes a 2011, en ese año se casaron un total de 9 mujeres menores de 16 años, una cifra que se suma a la de 110 de 16 y 17 años que contrajeron matrimonio --36 a los 16 y 74 a los 17--. Mientras tanto, los varones menores de 18 años que se casaron en ese mismo periodo fueron un total de 20.