Los caminos del Comité Olímpico Internacional (COI) son inescrutables, como ya se demostró con la elección de Londres 2012, un proyecto virtual entonces, y Río 2016, con problemas de seguridad y peor nota en el primer filtro. Y el 23 de mayo en Quebec (Canadá) tendrá lugar el primer corte de las ciudades aspirantes a los Juegos de 2020: Madrid, Bakú (Azerbaiyán), Tokio (Japón), Estambul (Turquía) y Doha (Catar).
El principal temor ahora de los responsables españoles es que la capital del Emirato supere ese primer examen. Eso significará que el COI da su plácet a que el país árabe -y nunca una nación islámica ha organizado unos Juegos- cambie las tradicionales fechas de verano por el 2 al 18 de octubre para evitar el calor, influyendo en los calendarios de todos los deportes. E indicará también que uno de los tres países, junto con Arabia Saudí y Brunei, que nunca han llevado a una mujer a unos Juegos, tenga la posibilidad de acogerlos. Esas tres naciones son las únicas entre los 204 estados miembros del COI que no han competido nunca con una mujer. Y en Londres 2012 se prevé que la participación femenina ronde ya el 50%.
Curiosamente, y coincidiendo con la clausura en Los Ángeles el pasado día 20 de la quinta Conferencia Mundial Mujer y Deporte del COI, el Comité Olímpico Catarí anunció que el organismo presidido por Jacques Rogge había ofrecido una invitación para participar en Londres a la nadadora Nada Arkaji y la atleta Noor al-Malki. Una forma de frenar voces como las de Anita DeFrantz, presidenta de la Comisión Mujer y Deporte del COI: "No dejamos de preguntar a estos países por qué no abren su puerta a las mujeres deportistas". Brunei también podría enviar representación a Gran Bretaña y sobre Arabia pende incluso una amenaza de expulsión del COI.
En Catar, un país al que la FIFA concedió la organización del Mundial 2022, las relaciones homosexuales están castigadas con penas de cárcel de cinco años y latigazos. Y la ley aún establece discriminaciones sobre las mujeres. Las fotografías de arriba corresponden a los Juegos Islámicos que se celebraron en Doha el pasado mes de diciembre, donde las catarís compitieron con todo su cuerpo cubierto excepto el rostro. En el último Democracy Index, la monarquía absolutista de Catar ocupa el puesto 138º de un ránking de 167. Tres escalones por debajo de China, último país en organizar los Juegos.
Lagunas en democracia, derechos humanos y mujer frente a poderío económico (petróleo y tercera mayor reserva de gas del mundo) que asegura unas instalaciones de lujo. El COI elige.
En la Conferencia Mujer y Deporte, el COI hizo también autocrítica y en la declaración final se insta a potenciar la participación de la mujer en puestos de dirección de comités olímpicos nacionales y federaciones. Entre los 106 miembros del COI que votarán en Buenos Aires el 7 de septiembre del 2013 la sede del 2020 habrá 18 mujeres. Una de ellas es la española Marisol Casado. Las rivales de Doha no sólo llevaron mujeres a Pekín 2008, sino que todas se trajeron medallas femeninas: 12 Japón, cuatro España y Turquía y una para Azerbaiyán.