Más de 600 millones de mujeres viven en países donde la violencia doméstica todavía no es un delito.
Las estadísticas también reflejan que siete de cada diez mujeres serán víctimas de violencia y abusos en algún momento de sus vidas.
Con el lema "una promesa es una promesa", esa iniciativa recuerda que ese tipo de violencia representa la principal violación de los derechos humanos.