16/01/2019
En este artículo del mes de enero, María García juega con los términos aristocracia y acoso para denunciar cómo la ley del silencio protege y empodera a la persona acosadora, de tal modo que cada compañero, cada amigo, cada hombre que es testigo del acoso y no lo sanciona, "se convierte en cómplice del acto de violencia y contribuye a que esa clase, la acosocracia, crezca y se consolide".